MEDICINA PERSONALIZADA
Científicos del IDCBIS emplean la impresión 3D para la reparación de estructuras óseas
Esta es la primera vez que se combina el diseño, la impresión 3D y las ciencias básicas para este proceso
Ingrid Silva, líder Ingeniería Tisular Unidad Terapias Avanzadas del IDCBIS.
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Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
Actualmente el tiempo de
recuperación de fracturas puede tardar de 3 a 6 meses, sin embargo, en algunas condiciones particulares este tiempo se amplía a un año o más, porque se requieren un gran número de cirugías para que los pacientes recuperen su movilidad y ritmo de vida habitual.
Por tal motivo, los investigadores de la Unidad de Ingeniería Tisular del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (Idcbis
) se plantearon usar la impresión 3D para desarrollar estructuras óseas que se puedan aplicar en medicina general y personalizada.
Esta es la
primera vez que se combina el diseño, la impresión 3D y las ciencias básicas para desarrollar un dispositivo elaborado con ácido poliláctico (PLA) orientado a la reparación de tejido osteomuscular en Colombia.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Ingrid Silva, líder Ingeniería Tisular Unidad Terapias Avanzadas del IDCBIS, ha explicado que “nosotros empezamos la investigación en el laboratorio, pero todavía no la hemos llevado a pacientes”.
Inicialmente Silva ha explicado que
tomaron de una tomografía la imagen del hueso para modelar la parte faltante, “esa estructura del paciente la sacamos y hacemos la estructura y a partir de esa estructura, sacamos el modelo e imprimimos en 3D. Eso quiere decir que cuando la colocamos en el paciente y tiene el mismo tamaño de su hueso y va a marcar toda el área que está afectada”, ha agregado.
“Nosotros
estamos trabajando en esta investigación desde hace dos años. Ya hicimos todos los exámenes in vitro, de la compatibilidad del material con el que se fabrica, cómo las células pueden invadir el material sobre el crecimiento para la reparación del hueso”, ha indicado Silva.
Cabe mencionar que, esta investigación ha sido
liderada por los científicos Ingrid Silva, William Cárdenas y Adriana Lara. Actualmente la investigación
se encuentra en etapa preclínica y tienen planteado realizar la fase clínica a finales de 2022 o inicios de 2023.
También ha indicado que
se realizaron varios análisis preclínicos de los modelos antes de ir hacerlos a humanos. “Ya hicimos el primer piloto y este año vamos hacer el ensayo completo para que a finales del 2023 podamos hacer esos ensayos clínicos, usando una muestra pequeña de pacientes”, ha denotado Silva.
“Esta investigación es muy importante porque en general una fractura ósea tarda de 3 a 6 seis meses en recuperarse,
pero hay otros pacientes que por enfermedades de base que tengan no se les repara en ese tiempo la estructura ósea, entonces a esos pacientes les tienen que hacer más cirugías”, ha explicado la experta.
“Lo que se busca con eso es que pacientes que tengan pérdidas de hueso importante, que no se les pueda reparar fácilmente tengan esa opción de tratamiento y que el paciente tenga la opción de mejorar su calidad de vida y reparar su hueso en el menor tiempo posible, así como volver a sus actividades laborales. También
se disminuye el valor del tratamiento, ese es el aporte a la salud pública”, ha dicho Silva.
Los resultados obtenidos en los ensayos preclínicos han mostrado una mayor eficacia en comparación con los métodos convencionales.
Lo anterior es dado por la arquitectura del dispositivo, la cual favorece la migración de las células y su diseño evita que el músculo lo invada, contribuyendo a la reparación del tejido.
“Para que pueda
llegar a usarse como tratamiento en pacientes será en mínimo unos tres o cuatro años, debido a que debemos pasar por ensayo preclínico, clínicos, después dependiendo de los ensayos clínicos se puede usar en pacientes y se para que se convierta en un tratamiento que los médicos puedan implementar”, ha manifestado.
Por último, Silva ha hecho un
llamado a los médicos ortopedistas para que se integren a la investigación, “ya que los investigadores tenemos muchas ideas, pero cuando los especialistas nos manifiestan lo que necesitan, eso facilita las investigaciones para ese tipo indagaciones específicas que ayuden a generar soluciones”.