Edición Médica

Catherine Parra y Laura Ricaurte; estudiantes de química farmacéutica e investigadoras en la U. El Bosque.

Karen Juliete Rojas. Bogotá 
En la Universidad El Bosque, dos estudiantes de química farmacéutica han llevado a cabo una investigación sobre el uso de anticonceptivos y sus efectos en la población femenina de la universidad. El objetivo es concientizar sobre los riesgos que representan estos medicamentos y el impacto en la Salud de las mujeres; así como la falta de adherencia al tratamiento anticonceptivo dentro de la población universitaria.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Catherine Parra y Laura Ricaurte, ambas investigadoras y estudiantes de química farmacéutica de la Universidad El Bosque, han explicado la importancia de este estudio frente a los efectos secundarios que genera, no solo la aplicación de métodos anticonceptivos sin conocimiento; sino también sobre el impacto que estos representan para la Salud sexual de las mujeres, en específico de las jóvenes de la comunidad universitaria.
 
“El propósito principal de la investigación es recopilar e identificar los efectos adversos (efectos secundarios) más frecuentes que se presentan dentro de la comunidad femenina universitaria que hace uso de anticonceptivos hormonales y así mismo, medir qué tan adherentes son al tratamiento anticonceptivo, es decir, qué tanto cumplen las mujeres con la administración de la medicación anticonceptiva”, ha dado a conocer Parra.
 
La investigación se ha centrado en las estudiantes de 18 a 25 años, ya que es en esta etapa cuando suelen iniciar su vida sexual y utilizar anticonceptivos hormonales. En el desarrollo de esta realizaron 136 mujeres, preguntando si utilizaban anticonceptivos hormonales y cuáles eran los efectos adversos que experimentaban.
 
“Esto se realizó con el fin de divulgar los resultados más relevantes del estudio y de esta manera educar a todas las mujeres que hacen o no uso de los anticonceptivos hormonales con respecto a los tipos de anticonceptivos qué existen, qué reacciones adversas pueden presentar y qué diferentes estrategias pueden aplicar en su vida diaria para mejorar la adherencia al tratamiento y evitar embarazos no deseados”, ha añadido Parra.
 
Sobre los preocupantes resultados de la investigación
 
Según ha evidenciado Parra, la investigación apunta a que no es clara la información que las estudiantes reciben sobre los anticonceptivos como, por ejemplo, “qué hace el uso de anticonceptivos hormonales, la población no tiene clara la información relacionada con las reacciones adversas que no son normales al hacer uso del anticonceptivo”.
 
“No tienen clara la importancia de tener una buena adherencia al tratamiento anticonceptivo (en el caso de los anticonceptivos que lo requieren). Consideramos que muchas veces desconocen como escoger el mejor método anticonceptivo basándose en cómo funciona su ciclo menstrual o las reacciones adversas que pueden llegar a presentar, desconocen cuando acudir al médico”, ha manifestado con preocupación la investigadora de la U. El Bosque.
 
Por su parte, la investigadora Ricaurte ha observado que, “el método anticonceptivo que más utilizan las mujeres dentro de la población estudiada es la píldora anticonceptiva, seguido del implante subdérmico; a pesar de que en estudios similares se menciona que el anticonceptivo preferido es el implante subdérmico debido a que es de fácil uso, pues no tienen que recordar administrar el anticonceptivo en un horario determinado”.
 
“Para este estudio concluimos que en este resultado pudo haber influido que las píldoras anticonceptivas pueden ser utilizadas por usuarias para el tratamiento de diferentes patologías hormonales como el SPM, quistes, endometriosis, etc.”, ha denotado Ricaurte.
 
Además, la investigadora ha recalcado que “un pequeño porcentaje de mujeres (2,2 por ciento) indica y reconoce la píldora de emergencia como un método de anticonceptivo recurrente. Es significativo destacar que la píldora de emergencia no se debe adoptar como el método anticonceptivo de preferencia, ya que como su nombre lo indica, debe ser usado en caso de emergencia y, además, es el método menos efectivo para prevenir un embarazo en comparación con los métodos regulares”.
 
De igual forma, la química farmacéutica ha subrayado que la falta de información y conocimiento de los efectos de los métodos anticonceptivos es un tema de Salud pública. “El desconocimiento hace que el fracaso de los anticonceptivos sea frecuente, pues se pueden generar conductas, como el abandono abrupto del tratamiento anticonceptivo, que pueden generar riesgos de un embarazo no deseado”.
 
“Una de las consecuencias de estos es que se presentan abortos inducidos, sobre todo en condiciones de clandestinidad, los cuales tienen consecuencias sobre la salud de la mujer, pero también en la sociedad, pues debido a las complicaciones secundarias al procedimiento, aumentan las probabilidades de mortalidad para la mujer”, ha señalado.
 
Por último, tanto Ricaurte como Parra han puntualizado que “derivado de estas complicaciones, están los costos en salud para atender este tipo de problemas, los cuales no están destinados para este tipo de emergencias. Adicional a esto, de acuerdo con diversos estudios, se ha encontrado que las muertes a consecuencia de un aborto mal practicado son totalmente prevenibles, ya que se podría evitar el embarazo no deseado, contando con procedimientos seguros para la interrupción del mismo”.

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