ALTERACIONES PSICOLÓGICAS
Estudio analiza diferencias en resiliencia de hombres y mujeres trabajadores de la Salud en situación de estrés
Se analiza quienes son más propensos a experimentar signos de ansiedad u otros síntomas de angustia durante el ejercicio profesional
Robert Pietrzak y Sarah Lowe, investigadores.
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Redacción. Bogotá
De acuerdo con artículo publicado en diciembre la revista médica
The Journal of Clinical Psychiatry, los investigadores principales, Sarah Lowe y Robert Pietrzak han realizado un estudio para analizar la capacidad de adaptación y los niveles de estrés de los trabajadores de la salud.
El propósito ha sido evaluar si existe diferencias entre indicadores de géneros: hombres y mujeres.
Los resultados han señalado que, las mujeres son más propensas que los hombres a registrar signos de ansiedad u otros síntomas de angustia tras experimentar un factor de estrés importante
. Algunos identificarían que esto es señal de menor resiliencia, no obstante, investigaciones previas no encontraron diferencias entre ambos sexos al reportar tensión en sus lugares de trabajo.
Los investigadores han explicado que, como detonantes de alteraciones psicológicas entre las mujeres que laboran en el área de salud están el empleo desproporcionado de las mujeres en funciones médicas de menor categoría,
los niveles más altos de agotamiento preexistente y los mayores conflictos entre la vida laboral y la vida privada, en especial durante las etapas más complicadas de la pandemia.
Procedimientos y resultados
Los especialistas han explicado que, durante el procedimiento conformaron una alianza con el Hospital Mount Sinaí en Nueva York,
donde encuestaron a más de 2.500 trabajadores de la salud durante la primera oleada de infecciones de COVID-19 en 2020. Aunque inicialmente la proporción de reportes de tensión o angustia era mayor en mujeres (42 por ciento) que en hombres (30 por ciento), la brecha se redujo cuando se dejaron de lado los factores de estrés preexistentes, ya que estos son más comunes en la población femenina.
“Lo que descubrimos fue que las mujeres, en general,
tienen un mayor estrés vital continuo que los hombres debido a las disparidades en la posición social y las responsabilidades psicosociales, como el cuidado de los seres queridos. Y esto es lo que explica los mayores informes de altos niveles de estrés en las mujeres”, ha manifestado Lowe en un comunicado.
El Hospital Mount Sinaí (New York) ha realizado una de las aplicaciones inmediatas del estudio e integró lecciones sobre los proveedores de atención sanitaria de primera línea en su Centro de Estrés, Resiliencia y Crecimiento Personal.
Un programa multidisciplinar que ha sido diseñado para abordar los efectos psicosociales de la pandemia y fomentar la resiliencia y el crecimiento personal en esta población.
A pesar de ello, los líderes del estudio han considerado que se podría
utilizar mejor esta información mediante un marco compuesto por varios factores sociodemográficos para entender mejor cómo responden los trabajadores de la salud a nuevas fuentes de estrés y trauma, así como la forma en que estas respuestas pueden diferir en mujeres y hombres.
“Esta información puede ayudarnos a
diseñar y desplegar mejor las intervenciones personalizadas para prevenir y aliviar los resultados adversos para la salud mental”, ha estimado Pietrzak.
Finalmente, los investigadores han indicado que
continúan analizando los datos de las trabajadoras sanitarias para estudiar los resultados de salud mental a largo plazo. Con ello, los profesionales han estimado beneficiar a las mujeres sometidas a constantes situaciones de alto estrés, identificando los factores específicos de cada evento que pueden influir en el malestar psicológico y la resiliencia en sus entornos laborales.