Edición Médica

Fernando de la Hoz, exdirector del INS.

Redacción. Bogotá
Un estudio realizado por investigadores colombianos ha sido publicado en la revista International of Infectious Diseases, en el que se ha efectuado un análisis sobre el manejo de la pandemia con base en la incidencia de casos y muertes frente a otros países en la región.
 
En el documento se ha especificado que Colombia tiene una menor incidencia de casos y de mortalidad, debido a un efecto del bloqueo y a diferencias geográficas en la capacidad de vigilancia, de igual forma el estudio sugirió que las poblaciones indígenas con poca infraestructura sanitaria han sido las más afectadas.
 
En el análisis, los expertos han evidenciado que entre marzo y el 25 de julio pasado, se habían reportado 240.745 casos y 8.269 muertes, con una tasa de letalidad del 3,4 por ciento. Y se habían analizado 1’370.271 muestras, que equivalen a 27.405 por millón de habitantes y a una tasa de positividad del 17,5 por ciento.
 
No obstante, los investigadores han señalado que, hasta el 18 de agosto (menos de un mes después de concluido el análisis), el número de casos confirmados ha sido de 489.122; las muertes, 15.619, y la tasa de letalidad, de 3,19 por ciento. 
 
Por lo que, al analizar 2'246.595 muestras, que equivalen a 44.600 por millón de habitantes y a una tasa de positividad de 21,77 por ciento, Colombia ha presentado una menor incidencia de casos y de mortalidad en comparación con otros países de América del Sur.
 
Adicional a ello, en el estudio se ha concretado que, después de aproximadamente 140 días de transmisión, los números de casos y muertes están muy por debajo de las proyecciones del Instituto Nacional de Salud (INS).
 
“El modelo matemático del INS se ha estimado que 21’237.000 casos y 212.000 muertes podrían ocurrir en los primeros 100 días de la epidemia sin intervenciones. Sin embargo, solo el 0,3 por ciento de los casos y el 0,7 por ciento de las muertes pronosticadas se notificaron después de esos primeros 100 días”, ha indicado el análisis.
 
Así mismo, los investigadores han esclarecido que estos resultados “pueden ser resultado de un efecto de la cuarentena general y de otras medidas tomadas por el Gobierno como: estricto cierre temprano, el confinamiento obligatorio para mayores de 70 años, cierre de escuelas y universidades, suspensión de casi todas las actividades de trabajo presencial y de los viajes nacionales e internacionales terrestres y aéreos”, condiciones que han contrastado en su momento por decisiones tomadas en otros países como Brasil y México.
 
Sobre el clima y el perfil demográfico
 
Los científicos también han mencionado que factores como el clima y el perfil demográfico “pudieron influir en las bajas tasas de mortalidad, puesto que, los picos de transmisión y las muertes ocasionadas por los virus respiratorios ocurren principalmente durante las temporadas de lluvia”.
 
Según lo ha manifestado el estudio, desde octubre del 2019 el país ha experimentado una temporada seca inusualmente larga, “eso se suma a la población joven mayoritaria que pudo haber atenuado la mortalidad del SARS COV2”, sin embargo, la baja mortalidad también se ha debido a las diferencias geográficas en la capacidad de vigilancia, es decir que, aquellas poblaciones indígenas con poca infraestructura sanitaria han sido las más afectadas.
 
Las tasas de incidencia también varían
 
Los autores del estudio han evidenciado que existen brechas en las tasas de muestreo de las diferentes regiones al ser comparadas por millón de habitantes, “pues mientras un departamento tiene 2.664 otro ostenta 158.681, en consecuencia, la tasa de incidencia y mortalidad también varía”.
 
De igual forma, en el estudio también se ha evaluado el potencial de subestimación de casos detectados en el país, “debido a las variaciones geográficas en la capacidad de vigilancia puede llegar hasta el 82 por ciento para el 25 de julio Colombia debería haber detectado 1’328.175 casos en lugar de los 240.795 reales observados, una subestimación del 82 por ciento”.

En el estudio se ha especificado que, para medir la subestimación de casos, se identificó los departamentos con las tasas más altas de muestras procesadas por millón de habitantes, proyectándolas sobre otras regiones teniendo en cuenta la positividad mostrada, por lo que, “estas deficiencias en la notificación y la vigilancia también pueden contribuir a ocultar el número real de casos y muertes en Colombia”.
 
El artículo ha estipulado que, si bien el primer caso importado se detectó a comienzos de marzo, “es muy probable que la transmisión se iniciara en febrero o incluso a finales de enero”, ya que, existen casos detectados en marzo en diversas regiones y sin vínculos conocidos con positivos importados.
 
Dimensión de la pandemia en Colombia
 
Uno de los autores principales del estudio, Fernando de la Hoz, exdirector del Instituto Nacional de Salud y director del departamento de salud pública de la Universidad Nacional, ha indicado medios locales que, la dimensión de la pandemia aún no se conoce, debido a que en este análisis se han tomado los datos que muestran que hay una baja letalidad en Colombia.
 
Asimismo, en el estudio se ha mostrado que en Colombia no se presentó el colapso del sistema sanitario del país, debido a que, “el artículo ha ajustado los números reportados por el Instituto Nacional de Salud y el Ministerio a la capacidad de diagnóstico que tiene el país”, ha señalado de la Hoz.
 
 

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