Edición Médica

Susana Fiorentino Gómez, inmunóloga y líder del grupo de investigación de la Pontíficia Universidad Javeriana.

Redacción. Bogotá
La Pontificia Universidad Javeriana ha informado que el grupo de investigación en Inmunología y Biología Celular, liderado por la inmunóloga Susana Fiorentino Gómez, han analizado cómo actúan los extractos de las semillas del árbol dividivi (Caesalpinia spinosa) en pacientes con COVID-19; ya que, el uso tradicional de estos compuestos contribuye en el tratamiento de afecciones respiratorias.
 
De ese modo, la institución la ha catalogado como fitomedicamento, cuyos estudios han demostrado que disminuye la inflamación y aumenta la respuesta en enfermedades respiratorias como la COVID-19. Su origen es vegetal, puesto que ha sido elaborado con extractos estandarizados. 
 
El fitomedicamento ha sido elaborado a través de un complejo proceso químico que busca concentrar los principios activos de la planta en un extracto. La estandarización química (o estandarización) ha garantizado el tenor de principios activos para la obtención de una actividad farmacológica.

Un artículo publicado en una revista de la Universidad Javeriana, ha señalado que, cinco de los más de 13 años de trabajo del grupo de investigación han estado enfocados en el estudio de las semillas de este árbol, que crece principalmente en Boyacá, en la región del alto Ricaurte. Su interés inició cuando Fiorentino descubrió el poder antiinflamatorio de la planta, pues los campesinos de Villa de Leyva (Boyacá) la usaban para tratar la sinusitis.
 
Comienzos de la investigación
 
En primera instancia, el estudio estaba enfocado en el tratamiento del cáncer de seno y de la leucemia, no obstante, la pandemia se hizo presente, por lo que, los investigadores decidieron probar el extracto de dividivi en pacientes con COVID-19; donde los resultados fueron notables.
 
Los investigadores identificaron más de 13 moléculas o compuestos del extracto de esta planta, que trabajan en conjunto para lograr los efectos antiinflamatorios y antitumorales.

El extracto ha demostrado que pudo matar células tumorales, que sus componentes actuaban sobre el sistema inmune y regulaban la inflamación pulmonar.  A raíz de estos resultados, los investigadores decidieron probar el fitomedicamento en pacientes con COVID-19 por medio de un estudio de fase dos, que fue aprobado por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), y financiado por la convocatoria Mincienciatón.
 
Sobre los resultados

Según han afirmado los investigadores, los diversos análisis arrojaron hallazgos sorprendentes. El más notable indicó que quienes tomaron la cápsula con extracto de dividivi presentaron una media de 7,395 días de estancia hospitalaria, frente a 9,581 días para el grupo placebo, es decir, 2,186 días menos.

Fiorentino ha explicado que esto ocurrió gracias a que el fitomedicamento disminuyó la replicación viral debido a que aumenta la limpieza intracelular y también disminuyó la inflamación porque moduló la respuesta inmune que trae como consecuencia el daño del pulmón.

“El fitomedicamento les da señales a las células de la respuesta inmune para decirles que esa ruta de señalización no se puede activar porque de lo contrario se va a dañar el pulmón; se disminuye lo que se llama la ‘translocación del factor NF-kB’, una proteína que va al núcleo y da la señal de producir las citoquinas proinflamatorias. El fitomedicamento disminuye esas señales”, ha resaltado la investigadora. 

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