INVESTIGACIÓN JAVERIANA
Investigación propone diálogo entre la partería y la biomedicina para reducir muertes maternas en Colombia
En 2020, el DANE ha registrado 135,3 muertes maternas por cada 100 000 nacidos vivos en La Guajira y 201,7 en el Chocó
Martes, 06 de diciembre de 2022, a las 13:55
La mayoría de las muertes maternas son evitables, pero siguen aumentando en el país.
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Redacción. Bogotá
Las muertes maternas continúan manifestándose como un problema de Salud pública, debido a que siguen aumentando. De acuerdo con el DANE,
existen brechas entre departamentos y territorios, debido a los escenarios en los que las mujeres dan a Luz, puesto que no es lo mismo ser una mujer gestante en Bogotá, la capital de Colombia, que en Chocó o La Guajira.
Asimismo, el DANE ha resaltado que tanto en
Chocó como la Guajira se registran altos índices de mortalidad materna, puesto que las cifras más altas de pobreza y desigualdad en el acceso a los servicios de Salud y educación se encuentran en estas regiones.
Ese mismo registro ha dado cuenta que alrededor de
135,3 muertes maternas por cada 100 000 nacidos vivos se reportan en La Guajira y 201,7 en el Chocó, lo que implica más del doble del promedio nacional.
Asimismo, el más reciente informe del DANE,
en 2021 el promedio de muertes maternas en Colombia fue de 66,7 por cada 100 000 nacidos. La entidad indica que la mayoría pudieron haberse evitado.
En ese sentido, investigadores y expertos han resaltado la partería tradicional toma un rol fundamental. “
La labor de la partera en las comunidades no se limita al parto, sino que acompaña el ciclo reproductivo. Por eso no se compara ni con un profesional de Salud, ni con un promotor, ni con un auxiliar de enfermería. La partera ve un territorio de difícil acceso y entiende su lógica”, ha relatado en un artículo
Ledy Manuela Mosquera, partera afrodescendiente y directora de la Red Interétnica de Parteras y Parteros del Departamento del Chocó (Asorediparchocó).
Por su parte, la antropóloga y profesora de la Universidad Javeriana
Liany Katerine Ariza, ha manifestado que, sin embargo, “
la biomedicina se ha constituido como ese único saber válido, científico y entre comillas verdadero, lo cual hace que los otros saberes sean invisibilizados y, sobre todo, muy castigados”.
Ariza ha asegurado que la invalidación de
estos saberes ha sido tan frecuente que en muchos escenarios la partería ha dejado de transmitirse de generación en generación, como era tradición.
“Las parteras ya no quieren partear porque les da miedo.
El problema es que en muchos territorios el sistema de atención biomédico no existe: no hay instituciones de Salud, no hay personal, no hay infraestructura. Entonces, al desaparecer el principal recurso de las comunidades, que son estos saberes que han existido a lo largo de la historia, muchas mujeres quedarán solas con sus embarazos. Esa es una nueva forma de ejercer violencia hacia estas poblaciones. Es un atentado contra sus vidas”, ha enfatizado la investigadora.
De ese modo, la investigación ha propuesto el
intercambio de conocimiento entre la partería tradicional y la medicina occidental, que según han enfatizado los investigadores “podría complementarse de tal manera que reduzcan la mortalidad materna”.
Investigadores del Instituto de Salud Pública de la Pontificia Universidad Javeriana han liderado durante casi tres años, un programa con enfoque intercultural en los departamentos de La Guajira, el Chocó y el Cesar, con el fin de
reconocer si los diversos sistemas de atención en Salud (indígena, afrocolombiano y biomédico), se relacionaban.
A la investigación
se han sumado las universidades de Los Andes, Popular del Cesar, de La Guajira, Tecnológica del Chocó y Profamilia, y se ha concluido que las comunidades están cada vez más abiertas a aprender de la biomedicina e incorporan lo que consideran a su quehacer partero con el fin de mejorar.
No obstante, Ariza ha resaltado que las
instituciones de Salud “muestran resistencia a dialogar con esos otros saberes y a incorporarlos para mejorar la atención en salud materna”.
De acuerdo con el articulo investigativo, gracias a la gestión de Asorediparchocó y la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico (ASOPARUPA),
en 2022 se ha ratificado la sentencia T-128 que reconoce y exalta la partería como un saber ancestral y Patrimonio Cultural de la Nación.
Asimismo, en la investigación
se han identificado algunos estudios a nivel internacional que usaron la estrategia de intercambio de conocimientos junto a las comunidades y han logrado disminuir entre un 15 y 35 por ciento el riesgo de complicaciones y, sobre todo, de muerte.
Para complementa, Ariza ha considerado que
es fundamental que exista una articulación intersectorial para que las instituciones médicas tengan la capacidad de atender igual de bien a una mujer indígena, mestiza, afro, de menos de 20 años o de más de 40 años. Los procesos de atención en salud, dice, deben reconocer las particularidades de cada una y entender y conocer las diferencias culturales.