Edición Médica

Franklin Escobar Córdoba, experto en medicina del sueño e investigador de la UNAL.

Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
Un grupo de investigación Trastornos del Sueño, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), ha realizado un estudio en 222 mujeres (con edad promedio de 57 años) y 140 hombres (edad promedio de 59 años) diagnosticados con apnea del sueño para evaluar la calidad de vida, así como las alteraciones que provoca en las actividades diarias.
 
El estudio se ha llevado a cabo, a través de un examen que registra ciertas funciones corporales a medida que uno duerme o trata de dormir (polisomnografía). Cabe mencionar que, dentro de los síntomas de la apnea del sueño, incluyen a pacientes con cuadros de insomnio, ansiedad y depresión.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Franklin Escobar Córdoba, médico psiquiatra, experto en medicina del sueño e investigador, ha explicado que mediante una investigación en pacientes “que se iban a hacer una polisomnografía, se ha logrado identificar cuadros de insomnio, depresión y ansiedad”.
 
El especialista ha explicado que el estudio estadístico ha encontrado que “aquellas personas que presentan apnea del sueño severa tienen mayor riesgo de padecer insomnio, depresión y ansiedad, teniendo menor calidad de vida”.
 
De acuerdo con Escobar, el estudio también ha evidenciado que del el 61 por ciento de las personas que sufren de insomnio; 26 por ciento corresponde a somnolencia diurna excesiva, es decir se pueden quedar dormidos viendo televisión, hablando con alguien o amarrándose los zapatos; mientras que el 10 por ciento de somnolencia grave, que sería el caso de personas que se quedan dormidas al conducir.
 
Entre las afecciones más comunices, el investigador ha resaltado que un 23 por ciento de los pacientes que participaron del estudio sufren de depresión, así como desánimo, falta de energía, pensamientos negativos, desesperanza del futuro, mal genio y tristeza.
 
Asimismo, entre otras alteraciones, el estudio ha encontrado que el 35 por ciento que sufren de ansiedad mantiene presente pensamientos catastróficos o tics en alguna parte de su cuerpo. De igual forma, estrés, angustia, y piensan todo el tiempo aún antes de irse a la cama, entre otros.
 
“Un alto porcentaje de las personas que tiene apnea del sueño, en general van solamente al neumólogo, que se encarga de recetarlos con el CPAP y casi nunca los envían con el psiquiatra para que trate las otras comorbilidades”, ha añadido Escobar.
 
En ese sentido, Escobar ha destacado que padecer de apnea del sueño afecta la calidad de vida de las personas, por lo que cuando es tratado de manera temprana presentarían una mayor mejoría.

“Los pacientes que tienen apnea del sueño, sumado a depresión o ansiedad, cuando son tratados, tienen un mayor mejoramiento en su estado de salud y tienen mejor calidad de vida”.
 
Por último, ha el investigador ha resaltado que la principal razón para llevar a cabo este estudio es que, la apnea del sueño al ser una alteración que afecta al 25 por ciento de los colombianos mayores de edad se convierte en un problema de salud pública, “ya que es uno de los factores asociados con la accidentalidad laboral y de tránsito”.

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