Edición Médica

Horacio Riojas, director de Salud Ambiental en el Instituto Nacional de Salud Pública de México.

Redacción. Bogotá
Por primera vez en Colombia se ha organizado el II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Salud Ambiental de América Latina y el Caribe, liderado por el Instituto Nacional de Salud (INS) durante el 25 y 26 de octubre, donde se ha reunido a destacados investigadores en el ámbito de la Salud pública y el medio ambiente en América Latina.
 
El evento ha registrado más de 300 inscritos y posicionando al país como uno de los más participativos, con 24 proyectos de investigación presentados, el segundo número más alto en el encuentro, según ha enfatizado el INS.
 
En la clausura del evento, el director general del INS, Giovanny Rubiano García, ha elogiado a todos los participantes y alentó una mayor participación de jóvenes investigadores en futuros encuentros, destacando la importancia de divulgar las experiencias y los trabajos científicos de los jóvenes investigadores en América Latina y cómo cualquier cambio en el entorno afecta a la microbiota, las relaciones entre seres vivos y, en última instancia, impacta en la Salud humana.
 
En esa misma línea, el director del INS también ha propuesto la creación de una agenda de investigación conjunta en Salud y medio ambiente que involucre a todos los institutos nacionales de salud de América Latina y el Caribe. Esto permitiría potenciar intereses comunes y estrategias de colaboración a nivel regional.
 
II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Salud Ambiental de América Latina y el Caribe
 
Para la apertura del evento, Marcela Tamayo, miembro de la Sociedad Internacional de Epidemiología Ambiental (ISEE), ha promovido la participación y la membresía en la sociedad, resaltando los beneficios que incluyen talleres de formación, acceso a conferencias anuales y becas.
 
Por su parte, el epidemiólogo del INS, Oscar Alberto Rojas ha destacado la importancia de mantener en el tiempo este tipo de encuentros y el esfuerzo comunicativo y logístico que el INS ha realizado para su realización.
 
Adicional a ello, durante la charla inaugural, Horacio Riojas, doctor en epidemiología y director de Salud Ambiental en el Instituto Nacional de Salud Pública de México, ha presentado un análisis detallado del estado de América Latina en relación con diversos tipos de riesgos ambientales predominantes en la región, así como las tendencias en las nuevas metodologías de estudio; dividiendo su presentación en tres categorías: exposiciones pretransicionales, exposiciones actuales y nuevas exposiciones.
 
En el ámbito de las exposiciones pretransicionales, Riojas ha mencionado la contaminación biológica del agua, el humo de leña, el asbesto, el plomo y el tabaco. Entre las exposiciones actuales, resaltó la contaminación atmosférica, los compuestos orgánicos persistentes, los metales y otras sustancias químicas. Las nuevas exposiciones incluyeron factores climáticos, basura electrónica y microplásticos.
 
Analizando el impacto de estas exposiciones a lo largo de la vida de las personas, Riojas ha revelado cifras preocupantes, como que el 13 por ciento de las muertes en América Latina se deben a riesgos ambientales, lo que equivale a 847 mil fallecimientos anuales.

La contaminación del aire es responsable de 320 mil muertes al año, y 80 millones de personas dependen de combustibles contaminantes. Además, 28 millones de personas carecen de acceso a agua de calidad, y 83 millones no tienen acceso a instalaciones de saneamiento mejorado, lo que provoca 30 mil muertes anuales.
 
Riojas incluso ha destacado la metodología más reciente para estudiar las exposiciones ambientales, que se basa en los estudios de exposomas. Esta metodología busca comprender el efecto combinado de todas las exposiciones a las que una persona está sujeta durante su vida. Esta aproximación integral permite observar las consecuencias de manera más efectiva.
 
En su conclusión, Riojas ha enfatizado la necesidad de nuevos sistemas de evaluación para abordar estos riesgos y mejorar la calidad de vida en el planeta. Aunque el cambio climático y los microplásticos son áreas que requieren atención inmediata, se necesita una regulación más amplia en general.

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