Edición Médica

Hospital María Inmaculada de Florencia.

Redacción. Bogotá
La Superintendencia Nacional de Salud ha expresado su rechazo y preocupación por las acciones ocurridas en el Hospital María Inmaculada de Florencia, Caquetá, donde el Gobernador de Caquetá, Luis Francisco Ruiz Aguilar, acompañado de la exgerente Cindy Tatiana Vargas Toro, forzó la salida del agente interventor suplente, Carlos Julio Ortega Olaya, y su equipo de trabajo, quienes fueron designados por la entidad para administrar el hospital.
 
La entidad ha aclarado que, según el pronunciamiento de la Sección Primera Subsección A del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, la medida cautelar de suspensión provisional aún no se encuentra en firme, ya que el auto que la ordena estipula que la notificación debe ser personal al demandado, lo cual no ha ocurrido.
 
Por lo tanto, la providencia no es disponible para la Superintendencia, y el Agente Interventor sigue estando plenamente facultado para continuar con sus acciones de intervención administrativa en el hospital, según ha insistido la Supersalud.
 
En este contexto, la Superintendencia ha hecho un llamado a las autoridades correspondientes, como la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía General de la Nación, así como a las autoridades municipales y departamentales, para que adopten las medidas necesarias que impidan la repetición de estas. acciones irregulares. La entidad resaltó que tales hechos representan un riesgo para la integridad física de los funcionarios del Hospital María Inmaculada, incluidos aquellos que conforman el equipo del agente interventor.

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