Supersalud revela millonarios gastos injustificados y riesgos para pacientes en 3 EPS bajo intervención
La entidad de control ha dado a conocer los resultados del primer mes de intervención de Sanitas EPS, Nueva EPS y -S.O.S. EPS
Luis Carlos Leal Angarita, superintendente nacional de Salud.
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Redacción. Bogotá
El Superintendente Nacional de Salud,
Luis Carlos Leal Angarita, ha revelado algunos de las principales situaciones encontradas por los agentes interventores en tres de las EPS sobre las que se ha ordenado recientemente
medida de intervención forzosa administrativa para administrar.
Leal Angarita ha explicado que lo reportado por cada uno de los agentes interventores robustecen las decisiones tomadas por parte de la Superintendencia Nacional de Salud, respecto a cada una de las EPS aludidas, y
revelan parte de la realidad de cada una de estas EPS.
Estos son algunos de los hallazgos encontrados a partir de los informes preliminares y planes de trabajo presentados por cada agente interventor. En primera instancia se encuentra
EPS Sanitas y sus gastos administrativos.
El interventor ha encontrado
gastos al cierre de la vigencia 2023 por 104.226 millones de pesos en operación de centros médicos. Al respecto, el superintendente ha aclarado que ese tipo de inversiones las debe hacer la misma institución prestadora de servicios de salud (IPS) y no la EPS, mucho menos cuando esos centros médicos pertenecen al mismo conglomerado o grupo. Esto es lo que se conoce como integración vertical, puesto que se estaban asumiendo gastos que no corresponden a las IPS a las cuales ya se les estaba pagando por la atención de pacientes.
El informe del interventor ha detallado también la firma de múltiples contratos sin una finalidad específica o algún tipo de beneficio para Sanitas.
Sobre la situación en salud y caracterización de la población
El informe del interventor ha revelado que
no se detalla la distribución de la población afiliada en la red de servicios de salud, la oferta actual de servicios, la capacidad instalada de los prestadores, ni las brechas en la oferta de servicios. Además, falta el análisis de las condiciones sociales, económicas y de calidad de vida, la descripción de patologías de alto costo, los programas de intervención y la implementación de criterios para la priorización. Esto puede afectar la capacidad de la EPS para responder adecuadamente a las necesidades de sus afiliados y mejorar la calidad y eficacia de la atención en salud.
Además, el interventor ha informado que
Sanitas EPS firmó un contrato con una cláusula de exclusividad en favor de la contratista que impide a la EPS el suministro, dispensación o abastecimiento de medicamentos a sus afiliados directamente o mediante otros proveedores, salvo que la contratista lo permitiera de forma transitoria.
Fuente: Supersalud.
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No obstante, en el mismo contrato
se definió la posibilidad de subcontratar con otros operadores. La operación del contrato, incluyendo la cesión del recaudo de copagos y cuotas moderadoras. Lo anterior conlleva a que la EPS Sanitas se encuentra limitada en su capacidad de operar y gestionar la distribución de medicamentos e insumos médicos.
Sobre los hallazgos de Nueva EPS, en el acta de toma de posesión levantada y entregada al interventor por la Supersalud al momento de la toma de posesión de la EPS, se han hallado 12.645.762 registros de facturas radicadas en proceso de auditoría por valor de más de 4.4 billones de pesos,
estas obligaciones no han sido incluidas en los estados financieros que acumulan un valor de 5.7 billones de acuerdo con lo encontrado por la firma contralora. La aparición de estos registros multiplica la deuda de esta EPS.
El interventor ha indicado que la EPS hacía pagos a los prestadores de servicios de salud; sin embargo,
desconocía si estos estaban o no prestando verdaderamente la atención, puesto que no pedía reportes, especialmente en lo concerniente a la promoción y prevención en materia de salud.
En el primer trimestre de 2024
la suficiencia de la red ha sido del 87.7 por ciento con brechas del 12.3 por ciento. Este comportamiento obedece a la baja capacidad resolutiva, falta de oportunidad en la prestación o bien a problemas de accesibilidad.
De acuerdo con el informe de accesibilidad de tutelas y PQR el interventor ha manifestado que los
departamentos con mayor dificultad en la prestación son: Cundinamarca y Distrito Capital, Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander y Huila.
Pese a que existe contratación del 100 por ciento de las atenciones de la ruta de promoción y mantenimiento de la salud, se evidencian para la vigencia 2023 las
más bajas coberturas en los siguientes programas: cobertura de toma de
tamizaje para cáncer colorrectal: 23.2 por ciento, porcentaje de mujeres con
uso de método anticonceptivo: 28.5 por ciento, cumplimiento de consulta de
planificación familiar: 26.8 por ciento, cobertura de toma de tamizaje para
cáncer de próstata: 32.4 por ciento y cobertura de toma de tamizaje para cáncer de mama: 37.8 por ciento.
Incremento en el gasto médico
El interventor ha señalado que, entre las vigencias 2022 y 2023 el gasto médico dentro de la Nueva EPS se ha incrementado en un 58 por ciento, producto de los ajustes realizados a las reservas técnicas; lo que ha generado un indicador de siniestralidad del 118,93 por ciento. De acuerdo con lo que revela el mismo informe,
los resultados en esta EPS son cada vez peores.
La Contralora designada para el seguimiento de la intervención también ha señalado sobre inconsistencias en el registro de los anticipos otorgados a prestadores y proveedores de la EPS. En el mes de marzo de 2024 se han reportado para legalización facturas de anticipos otorgados desde 2008 hasta la fecha.
Hallazgos críticos en EPS S.O.S. – Servicio Occidental de Salud
Una de las observaciones más significativas por parte del agente interventor tiene relación con el riesgo de la EPS en la concentración del nivel primario en cabeza de un prestador (Comfandi) que además tiene la condición de vinculado, lo que hace y
hará más difícil su evaluación de eficiencia.
El interventor ha manifestado que, para los contratos PGP suscritos con la prestadora COMFANDI, se ha determinado una
baja ejecución durante el periodo agosto 2023 y marzo de 2024 del 82.35 por ciento, lo que equivale a 19.629 millones de pesos, además de bajos desempeños en los periodos anteriores de las vigencias contractuales, sin haberse realizado los recobros correspondientes.
Respecto de los recursos a recobrar por servicios prestados por otras IPS y que estaban con cargo al contrato de PGP, existe dificultad de realizarlo por inconsistencias en el contrato actual, ya que en el articulado lo permite. Para los meses del contrato actual, el
valor a recobrar sería de más de 14 mil millones según ha reportado el área de Auditoría de la EPS.
“Todos estos hallazgos requieren de un análisis mucho más profundo que
vamos a evaluar junto al plan de trabajo presentado por cada interventor. Como Superintendencia tenemos la responsabilidad de verificar que se cumpla ese plan. Vamos a hacer todo para garantizar que se usen adecuadamente los recursos de la salud para proteger la vida de las personas", ha concluido el superintendente nacional de Salud.