Edición Médica

Enrique Terán, investigador.

Cristina Coello. Quito
El docente investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Enrique Terán, ha confirmado a EDICIÓN MÉDICA que Ecuador ha sido incluido en el proyecto Solidarity Vacunas, liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para ser parte de los ensayos clínicos de la inmunización para el CoVID19.

En entrevista con este diario, Terán  ha detallado que el grupo a cargo del proyecto en el país aspira reclutar 20.000 voluntarios. “Al igual que en otros países” se dará prioridad al personal de salud por ser de mayor riesgo, pero “primero se conversará con el Ministerio de Salud Pública (MSP)”, ha aclarado.

Igualmente, ha anticipado que lo más probable es que el estudio se focalice en la ciudad de Quito, aunque existe otro grupo de investigadores en Guayaquil que también está tratando de que el estudio se implemente en esa ciudad.

“Ellos, a diferencia de nosotros, tienen una asociación con una empresa radicada en los Estados Unidos que se dedica a investigación clínica y buscan ser un brazo de estudio por esa vía”, ha detallado.

Al respectoTerán ha comentado, que si eso se logra se tendrán “valiosos datos de las dos zonas más afectadas por el virus en aras de una toma posterior de decisiones por parte del MSP, respecto a qué estrategia vacunal es la deseable” para el país.

Cómo será el  proceso

Durante estos últimos tres meses la USFQ ha realizado el proceso de calificación y evaluación para que Ecuador participe y se beneficie de este proyecto liderado por la OMS, con el apoyo de los diferentes desarrolladores de las vacunas.

Las próximas semanas el grupo científico de la USFQ tendrá el protocolo final con los lineamientos del estudio y a partir de ello queda en manos de los comités de ética su aprobación, así como de las autoridades regulatorias (Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria-ARCSA).

“Idealmente deberíamos estar listos (con las aprobaciones respectivas) a mediados de octubre y arrancar con el reclutamiento de los voluntarios”, mientras OMS se encargará de suministrar el producto, ha detallado Terán.

El científico ha explicado que se trata de un estudio “netamente competitivo” y de allí el desafío de este grupo de investigación para que Ecuador “tenga la mayor participación posible” en el ensayo simultáneo de las tres vacunas. Posteriormente se observará la respuesta de cada una y “cuál es la más adecuada para la realidad” local.

Quiénes serán las candidatas

Aun no es posible conocer las tres candidatas a vacuna que se aplicarán en Ecuador porque OMS está negociando directamente el abastecimiento con los fabricantes. No obstante, Terán ha sido enfático en señalar que “son las más avanzadas”.

Parte del equipo de estudio son catedráticos de la USFQ como Paúl Cárdenas, quien ha realizado la secuenciación genómica del SARS-CoV2 en el país; e Iván Palacios, que dirige programas de Telesalud y atención prioritaria durante la pandemia.

Según Terán, los voluntarios serán evaluados previo a la inmunización. Luego de la vacuna se identificará la respuesta inmunológica y se dará seguimiento. Es decir que este proceso irá más allá de un año.

“Aspiramos que exista la apertura del caso y el apoyo necesario para sacar el mayor provecho” de este estudio, ha comentado.

Poco probable tener vacuna en 2020

Terán también ha adelantado que el resultado de los estudios fase 3 que se desarrollan en varios países no estarán disponibles antes de diciembre de 2020.

“Pero asumiendo que sean favorables, querria decir que no se tendrá la vacuna aprobada antes de principios del 2021. Yo creo que lo más realista es quizá que las primeras vacunas aprobadas estarán disponibles el primer trimestre de 2021 y para uso generalizado en el primer semestre”, ha opinado.

Por lo tanto,en Ecuador es posible que las vacunas puedan llegar a finales de 2021, principios del 2022. “Por eso este tipo de estrategias (de investigación) pueden ayudar a tener anticipadamente algún criterio para la toma de decisiones en términos de eficacia, seguridad y potenciales efectos adversos”, ha insistido.

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