DISMINUIR EL RIESGO
¿Cómo contribuye la academia en la disminución de casos de suicidio?
La Encuesta Nacional de Salud Mental reporta que el 5.5 por ciento de los varones, y el 7.6 por ciento de las mujeres han pensado en suicidarse
Viernes, 01 de diciembre de 2023, a las 10:21
Camilo Espinosa Ballén, psicólogo y magister en Psicología Clínica y de la Salud, Universidad El Bosque.
|
Karen Juliete Rojas. Bogotá
Uno de los problemas que ha venido enfrentado el sistema de Salud y personal de salud en el país son las enfermedades de salud mental, con lo que buscan mecanismos para evitar, que los pacientes tratados, sin diagnosticar, eviten llegar al suicidio, es que en nuestro país
sigue siendo un tabú hablar acerca de suicidio y en la sociedad se trata de omitir el tema.
En Colombia los índices de suicidio siguen incrementando, la pandemia aumentó los riesgos asociados al mismo, además las cuarentenas tuvieron un impacto especialmente alto en el riesgo suicida de jóvenes y niños colombianos.
En ese sentido, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Camilo Espinosa Ballén, psicólogo y magister en Psicología Clínica y de la Salud, Universidad El Bosque, ha dado a conocer cual es el
papel fundamental que cumple la academia en la disminución de los casos de suicidio en el país.
“El principal aporte que la academia dar para
contribuir con la disminuir de las tasas de suicidio, es a través del estudio, de intervenciones más efectivas para prevenir el suicidio y con la identificación de causas del suicidio, entonces dentro de esos tenemos, que por supuesto, está la en este momento la estrategia que más funciona para eso, que es la terapia conductual”, ha señalado.
Cabe mencionar que, la terapia conductual ha demostrado efectividad, según información de la división 12 de la American Psychological Association (APA), asimismo, Espinosa indica que se han encontrado “otras estrategias de prevención de trastornos mentales que demuestran algo de efectividad, pero principalmente se evidenció que cuando las personas tienen
vidas con significado o vidas que refieren son satisfactoria tienden a referir menores niveles de ideación”.
En cuanto a la ayuda que pueden generar desde las instituciones educativas, el especialista ha subrayado la ayuda que se puede brindar a las personas para “construir vidas con significado, vidas felices y no solamente centrándose en la prevención de suicidios, sino también en la
construcción de vidas saludables y felices. Como efectos secundarios se verá reflejado en los índices de suicidio, que empezarían a disminuir”.
Para el docente de la Universidad El Bosque “
el suicidio funciona como un fenómeno que muchas veces es pandémico o parecido a una pandemia en términos de que un suicidio puede desencadenar otros, debido a que entre más cercana sea una persona de la que cometió suicidio va a estar más en riesgo”.
“El suicidio de una persona genera un impacto sobre salud pública no solamente familiar sino a nivel de trabajo, a nivel de colegio, a nivel de universidad, entonces es un
fenómeno importante a ese nivel”, ha explicado Espinosa.
Según ha reportado la Encuesta Nacional de Salud Mental,
el 5.5 por ciento de los varones, y el 7.6 por ciento de las mujeres han pensado en suicidarse, que la región con mayor ideación suicida es Bogotá, y que la presencia de algún trastorno mental o haber sido víctima de desplazamiento estaban asociados a una ideación suicida grave.
Adicional a ello, Espinosa Ballén ha afirmado que “algunos de los indicios que pueden señalar la presencia de
riesgo suicida inminente son: Amenazas de suicidio, verbalización de un plan estructurado para acabar con la vida, autolesiones intencionales, o conductas que abiertamente tienen el objetivo de acabar con la propia vida”.
Aunque no tan mencionado, pero igual de importante, el especialista ha reconocido la relevancia de cuidar la Salud mental de los profesionales de la Medicina, ya que se trata de “una de las profesiones con mayor índice de suicidios. Sin duda comenzar a cuidarnos en casa va a ser más fácil que cuidemos a otros, es decir,
comenzar a cuidarnos como profesionales de la salud y reconocer que también hay un sufrimiento que por supuesto, después de la pandemia, se ha incrementado significativamente”
Para finalizar, Espinosa Ballén ha instado a los profesionales de la Salud a "
no tener miedo de hablar sobre este tema. Sabemos que las personas que hablan acerca de esto están más protegidas, a diferencia de las que se quedan calladas, por lo tanto, hablar, preguntar, indagar, mirar pruebas, estrategias y herramientas de screening o devaluación para valorar los riesgos de suicidio y hablar sobre estrategias preventivas”.