EQUIDAD DE GÉNERO
¿Están los profesionales de la salud en Colombia siendo capacitados para atender casos de violencia de género y discriminación?
Los profesionales de la salud solo atienden motivos de consulta específicos que son consecuencia de esas formas de violencias
Pilar Cardona, del Centro de Género, Equidad e Inclusión, Universidad El Bosque.
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Karen Juliete Rojas. Bogotá
En Colombia, un país con una larga historia de violencia y desigualdad de género, la atención en salud para las víctimas de violencia de género y discriminación sigue siendo un desafío crucial y pendiente. La violencia de género y la discriminación pueden dejar cicatrices profundas en el cuerpo y la mente de las personas afectadas. Sin embargo, el acceso a servicios de salud especializados y sensibles a las
necesidades específicas de estas víctimas es limitado en muchas partes del país.
Desde la atención médica inicial hasta el seguimiento psicológico y el apoyo continuo, existe una
falta generalizada de recursos y protocolos diseñados específicamente para abordar estas situaciones delicadas.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Pilar Cardona, del Centro de Género, Equidad e Inclusión, Universidad El Bosque, ha asegurado que, “el país solo cuenta con el protocolo de atención en salud para víctimas de violencia sexual”.
“Si bien la violencia sexual es una forma de violencia de género con alta incidencia, especialmente en niñas y adolescentes, otras formas de violencias como la psicológica y la física (la física es la primera causa de reporte)
no es atendida bajo criterios clínicos basados en la evidencia que identifiquen las necesidades específicas de las víctimas”, ha agregado.
Cardona también ha señalado que “los profesionales de la Salud
solo atienden aquellos motivos de consulta específicos que son consecuencia de esas formas de violencias, como, por ejemplo, un trauma craneoencefálico o un intento de suicidio, sin hacerlo de forma integral”.
La experta también ha evidenciado que, “esta situación también ocurre porque
los profesionales no tienen formación en violencias basadas en el género o la discriminación, entonces el problema se aborda desde una sola consecuencia y no sobre las consecuencias que las violencias tienen sobre la salud de las personas que han sido víctimas”.
En ese sentido, Cardona ha hecho énfasis en que “de ahí que sea tan importante que el abordaje que se hace a las víctimas se realice desde el enfoque basado en el trauma, de género, en derechos y basado en las necesidades de las víctimas y sobrevivientes en relación con la
activación de las rutas sectoriales e intersectoriales”.
“Muchas veces las sobrevivientes lo que buscan del profesional de la salud es un acompañamiento sobre las decisiones que deben asumir una vez solicitaron una ayuda”, ha expresado.
En cuanto a los programas específicos considera que deben implementarse para mejorar la atención, ha dicho que “el Sistema de Salud en Colombia, se basa en un modelo de
determinantes sociales que incluye el abordaje de la Salud desde lo individual, lo comunitario y lo social”.
“Es desde ahí que se deben organizar las estrategias de atención y apoyo para personas que son sobrevivientes de violencias de género y discriminación en el marco del sistema de salud, que incluyen Protocolos de atención en salud, especialmente de salud mental para las sobrevivientes de violencia”, ha subrayado.
Papel de los profesionales de la salud para abordar los casos de violencia de género y discriminación
De acuerdo con Cardona “la formación de profesionales de la salud no puede estar a cargo únicamente del Sistema de Salud, la formación de los profesionales debe estar a cargo de las Instituciones de Educación Superior que dentro de sus currículos debe
incluir la atención humanizada para todas las personas entendiendo que las personas que tienen acceso a un servicio de salud son diferentes y tienen necesidades específicas y las Instituciones de Salud deben dentro de sus programas de inducción y reinducción realizar procesos de formación”.
“Las personas que son sobrevivientes de violencias de género o por discriminación son la
población que ha sido discriminada históricamente en el país: las niñas y las mujeres, los grupos étnicos, las personas con identidades, expresiones u orientaciones sexuales y de género no hegemónicas, las personas migrantes, las personas con discapacidad, las víctimas del conflicto armado, entre otras”, ha señalado Cardona.
Por último, ha instado a “continuar en la formación de las personas que hacen parte del sistema de salud, entre ellos, principalmente, a los profesionales de salud. No solo en lo relacionado en el abordaje de las violencias, el acceso a servicios de salud en referencia y contrarreferencia y en protocolos y guías clínicas, sino también en el
cuidado y autocuidado que se debe tener cuando abordamos estos temas”.