ACOMM advierte que en Colombia la osteoporosis no se llega a identificar de manera oportuna
Se deben identificar factores de riesgo para desarrollar la enfermedad de forma temprana desde la atención primaria
Geraldine Altamar Canales, presidente de la Asociación Colombiana de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (ACOMM).
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Karen Juliete Rojas. Bogotá
Este 20 de octubre se conmemora el
Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad de los huesos que se caracteriza por disminuir la masa ósea de manera silenciosa y progresiva, que no presenta síntomas. En Colombia, se estima que más de 2,5 millones de mujeres la padecen, no obstante, se espera que
la tendencia de envejecimiento agrave la situación e incremente a 4 millones el número de casos diagnosticados para 2050.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Geraldine Altamar Canales, presidente de la Asociación Colombiana de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (ACOMM), ha explicado que la osteoporosis es una enfermedad que afecta el esqueleto, comprometiendo su densidad mineral y calidad ósea, lo que genera aumento en el riesgo de fracturas por fragilidad. La fractura por fragilidad es aquella que se origina por un trauma de baja energía y que en condiciones normales no se produciría.
“Las fracturas por fragilidad se pueden presentar en vértebras, humero próximo, antebrazo y cadera, son conocidas como fracturas osteoporóticas mayores, pero también podemos tener fracturas en costillas, esternón, que, aunque menos frecuentes, se presentan. Las fracturas generan dolor, limitación funcional y discapacidad. Además de necesidades de cuidado en casa, horas de trabajo perdidas por enfermedad tanto para pacientes como sus acompañantes o familia”, ha señalado.
Altamar Canales ha indicado que el grupo más afectado son las personas adultas mayores, mujeres mayores de 65 años y hombres mayores de 70 años con osteoporosis asociada al envejecimiento, pues la edad aumenta el compromiso de la densidad y calidad del hueso. Le siguen las mujeres en Posmenopausia, pues la perdida de los estrógenos durante esta época, originan desbalance en el remodelado óseo con aumento de la resorción ósea.
“Hay necesidad de identificar factores de riesgo para desarrollar la enfermedad de forma temprana desde la atención primaria. Existen otras personas en riesgo de desarrollar osteoporosis secundaria, aquellas que
por enfermedad o uso de medicamentos se compromete su densidad mineral ósea y desarrollan la enfermedad, aquí se conoce como osteoporosis secundaria”, ha añadido.
La presidente de la Asociación Colombiana de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (ACOMM) ha subrayado que “en un estudio publicado en 2021, basado en los datos oficiales del Ministerio de Salud de Colombia, a partir de una
herramienta de recolección y almacenamiento de información, conocida como (SISPRO), investigadores de Universidad Javeriana, evaluaron diagnósticos registrados de acuerdo con el código internacional de enfermedades”.
Según ha precisado la especialista, los registros de la prevalencia de esta enfermedad iban desde enero de 2012 al 31 de diciembre de 2018. Calcularon una
prevalencia no ajustada de 2.440 casos por 100.000 habitantes mayores de 50 años, con presentación más frecuente en mujeres, 92 por ciento de los casos y que aumenta a medida que envejecemos. La prevalencia de la osteoporosis es mayor en mujeres - 4.210 por 100.000 habitantes- respecto a la de hombres que es de 395 por 100.000 habitantes, así mismo se observa un aumento de la prevalencia a medida que envejece la población.
Con referencia la eficacia y oportuno diagnóstico de la enfermedad, Altamar Canales, ha hecho énfasis en que “
en Colombia realmente no somos oportunos en identificarla ni en tratarla. La aplicación de la herramienta FRAX es deficiente, por lo tanto, la identificación de la persona en riesgo de fractura también lo es”.
“Esto podría suceder en el país por varios motivos: durante la formación de estudiantes de pregrado de profesionales de la salud, especialmente médicos, no contamos con la educación suficiente sobre osteoporosis y sus consecuencias, ni de las patologías que afectan a los adultos mayores”, ha manifestado la especialista.
Por último, ha hecho énfasis en que “en los últimos años para los estudiantes de postgrado médicos, los futuros especialistas han aumentado la educación y concientización de la enfermedad, pero
en muchos currículos académicos no existen tal formación. Esto hace que cuando estamos en la práctica clínica la enfermedad no se detecte a tiempo, ocasionando que no se evite la primera fractura”.
“En
Colombia tenemos conocimiento de 0.21 equipos por cada 100 mil personas, a pesar de que estamos en ese rango aceptable, son insuficientes, pues se encuentran centralizados en las grandes ciudades y poblaciones intermedias, limitando el acceso de las personas de pueblos más pequeños y área rurales. Es importante informar que se ha detectado resistencia en algunas ciudades a la indicación de los exámenes de densitometría por parte de los médicos de atención primaria, lo que limita el acceso del usuario al diagnóstico confirmatorio”, ha concluido Altamar Canales.