Edición Médica

Camilo Pizarro, Hans García, Mauricio Vasco y Leopoldo Ferrer.

Redacción. Bogotá
En una carta dirigida al ministro de Salud, Fernando Ruiz, los gremios de intensivistas y anestesiólogos habían alertado sobre la posibilidad de un desabastecimiento de medicamentos sedantes, analgésicos y relajantes neuromusculares, el cual podría presentarse en el país en los próximos dos meses (desde noviembre), por cuenta de la pandemia.
 
Los gremios han resaltado que, el acceso continuo a estos fármacos es clave para la atención adecuada de los pacientes con CoVID19 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que informaron que ya han adelantado diversas acciones “para mitigar este problema carácter mundial, complejo y multifactorial”.
 
Nuevamente la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE), y la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (AMCI), han solicitaron formalmente al ministerio de Salud que, los medicamentos anestésicos inhalados Sevoflurane, Desflurane e Isoflurane se acojan a las disposiciones del Uso No Incluido en Registro Sanitario (UNIRS).
 
Asimismo, las agremiaciones han enfatizado que esta solicitud ha sido realizada con argumentos científicos sólidos preparados por ambas sociedades científicas, en los que se ha demostrado que el uso de estos medicamentos representa una alternativa farmacológica para el abordaje de la sedación, analgesia, relajación y delirium en pacientes con CoVID19 hospitalizados en las UCI.
 
Adicional a ello, la SCARE y la AMCI han estipulado que desarrollaron una guía científica en el que dan a conocer las diversas alternativas para tratar a los pacientes con CoVID19, así como también la presentación de técnicas de ahorro y de posible rotación.
 
“Durante el cuidado de las formas críticas de la enfermedad por SARS COV2, en la fase inicial del soporte respiratorio invasivo, se requiere un nivel de sedación profunda acompañado muchas veces de relajación neuromuscular intermitente o continua, y este nivel de sedación profunda puede requerirse por más de una semana, lo que implica que los pacientes pueden recibir dosis prolongadas e incluso elevadas de los agentes analgésicos y sedantes habituales”, ha señalado el docuemnto. Por ello, se ha generado un inminente desabastecimiento de medicamentos para sedoanalgesia y relajación neuromuscular.
 
De igual forma, los gremios han denotado que, por efectos académicos, el documento se ha distribuido en 4 secciones; fase de sedación profunda, fase de transición: Sedación y Analgesia, Fase de sedación consciente: Sedación y Analgesia; y agitación y delirium: prevención y manejo.
   
Finalmente, los especialistas médicos han insistido en la necesidad, la cual han calificado de imperiosa, para contar con nuevas alternativas ante la evidenciada dificultad para conseguir estos medicamentos, que habitualmente son utilizados en estos escenarios, más aún, teniendo en cuenta que los casos de contagio por CoVID19 se han incrementado en el país.
 
 

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