Edición Médica

Mauricio Vasco, presidente de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E.).

Redación.Bogotá 
A través de un comunicado la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación S.C.A.R.E., ha manifestado su total rechazo frente a los recientes ataques verbales y amenazas que ponen en riesgo la vida e integridad personal del talento humano en salud del país, por cuanto incitan a la realización de actos de violencia contra las personas que hoy velan por la salud de toda la población del país, incluso exponiendo su propia vida.

En el documento también se mencionan los recientes hechos presentados en la ciudad de Cartagena y Barranquilla, lo cual les ha obligado a pronunciarse de manera conjunta con la Sociedad de Anestesiología de Bolívar SADEB y de Atlántico SARAT, para solicitar categóricamente la acción inmediata de las autoridades competentes tanto del orden nacional como departamental, con la finalidad de individualizar a los responsables y adoptar medidas efectivas de protección para el personal de la salud.

De igual manera la carta menciona sobre la expedición por parte del Ministerio de Salud de una serie de lineamientos y protocolos de atención, los cuales deben ser seguidos por las instituciones y el talento humano en salud, estos pueden implicar estancias hospitalarias, ingreso en unidades de cuidado intensivo, e incluso restricciones de acceso a familiares para prevenir mayores contagios, y que no obedecen a decisiones caprichosas del cuerpo médico.

En el comunicado S.C.A.R.E. hace un llamado a las autoridades nacionales y departamentales para que brinden con claridad y pedagogía información a la comunidad sobre este tipo de situaciones que se pueden presentar, las cuales no obedecen a decisiones unilaterales o sin fundamento de los médicos, y son malinterpretadas por la comunidad.

Al final del documento se destaca que es inaceptable que además de las complejas condiciones de ejercicio como el no pago oportuno, deficiencias en los elementos de protección personal, ausencia de reconocimiento y pago por las ARL para el personal de la salud ante la incapacidad de sospecha de padecimiento de SARS-COV–2 (COVID-19), se sumen actos de discriminación, de incitación y ataque contra el personal de la salud y la infraestructura hospitalaria del país, son momentos difíciles y la comunidad y el cuerpo médico debe trabajar en equipo para salir de la mejor manera posible de esta crisis.

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