Edición Médica

Carlos Valdivieso, presidente del Colegio Médico de Antioquia.

Karen Juliete Rojas. Bogotá
 
La Corte Constitucional ha dado a conocer una determinación sobre el expediente T-9.457.619, que se dio luego de una acción de tutela instaurada por la representante legal de un menor que solicita acceder a la eutanasia. Esto frente a la condición de discapacidad cognitiva severa del menor y la presencia de dolor intenso sin posibilidad de cura.
 
El Colegio Médico Colombiano ha hecho énfasis en que, ser niño, niña o adolescente no implica una limitación o negación de derechos, incluido el derecho a la salud, la vida y una muerte digna. “Estoy completamente de acuerdo con la eutanasia en menores”, ha declarado en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Carlos Valdivieso, presidente del gremio.
 
Para Valdivieso, este proceso “es una expresión lógica de los principios de beneficencia y justicia, en manos del médico que ejerza la eutanasia, de acuerdo con su criterio, es decir, cumpliéndose el principio de autonomía”.
 
“El principio de no maleficencia cede en una balanza de cuatro pilares, para que en el juicio moral de este acto médico (la eutanasia), se considere que es válido. No se puede olvidar que la función del médico es doble, primero preservar la vida y segundo, aliviar el dolor. Esa dualidad, a veces aparentemente inconsistente, se hace consistente, cuando el juicio moral puede concluir un acto como válido”, ha explicado el directivo.
 
 
Sin embargo, el presidente del Colegio Médico de Antioquia asegura que esta dualidad ha sido invalidada por una “filosofía de escuela cínica, que niega el juicio moral de un acto médico, situando el acto médico como una acción simplemente legal o utilitaria socialmente”.
 
De ese modo, el debate ético y legal en Colombia sobre la eutanasia implica entender que “la función del médico es una función dual que tiene que ver con preservar la vida, pero también aliviar el dolor de los pacientes. Por tanto, todo acto médico debe ceñirse a los principios éticos de la ciencia médica, que son cuatro: no maleficiencia, beneficiencia, autonomía y justicia”, ha manifestado Valdivieso.
 
De igual forma, el directivo ha precisado que, “todo acto médico está sujeto al juicio moral, teniendo en consideración estos mismos principios y debe ajustarse a ellos”. Para el caso de los pacientes menores de edad con intensos sufrimientos, Valdivieso ha aclarado que “los responsables legalmente son sus padres, pero además para el médico es un principio aliviar el dolor de estos pacientes, como del resto de los pacientes, para que pueda atender en este caso a los principios de beneficencia”.
 
“La autonomía y justicia se cumplen cuando un médico practica la eutanasia, siendo autorizado por el consentimiento de los padres del menor de edad, por lo que consideramos que es muy justo que la madre de este menor pueda pedir la eutanasia para su hijo, si así lo considera en su conciencia y en su conocimiento”, ha concluido.
 
El dato
 
De acuerdo con el Ministerio de Justicia, la muerte asistida o eutanasia es una decisión completamente personal, nadie puede ser obligado a ella ni puede practicarse en contra de la voluntad de la persona y que ara diligenciar el documento de Voluntad anticipada no se tendrá que acudir ante una notaría y podrá solicitarse que se incluya dentro de la historia clínica.

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