Edición Médica

Roberto Baquero, presidente del Colegio Médico Colombiano,(CMC),

Melba Lucía Murillo. Bogotá
Aunque el recurso humano de la salud en Colombia, no ha dejado de estar comprometido con la atención de los pacientes de COVID-19 y hasta su vida la ha arriesgado, sigue afrontando abusos laborales por los empleadores.

Roberto Baquero, presidente del Colegio Médico Colombiano,(CMC), en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, lo ha dejado claro al asegurar: “lo peor es que el Estado lo sigue permitiendo. El Gobierno debería apersonarse de la deuda histórica que tiene con el personal de la salud”. 

“Pedimos que el esfuerzo y el compromiso adquirido durante la pandemia sean retribuidos con mejores condiciones laborales. Tristemente hay profesionales que perdieron la vida a causa del virus y les debían varios meses de salario. A la fecha más de 180 personas de la salud han muerto y cerca de 40 mil han sido infectados” ha reiterado”.

Para explicar más el tema, Baquero menciona dos casos: “fue el caso que presenciamos con el médico del Chocó que murió de COVID-19, y a quien le debían ocho meses de salario y la primera enfermera que vacunaron en el país en Sincelejo, le debían siete meses de salario. Son hechos que no sabemos cómo el Estado sigue permitiendo y más con un recurso humano comprometido con esta pandemia”.

Salud mental

Y es que la falta de pago, la contratación inestable, las largas jornadas laborales, los despidos sin justa causa ha empeorado la salud mental del recurso humano, porque no sólo es el estrés, también se suma la impotencia, al ver cómo miles de personas que han sido contagiados con el Covid-19 pierden la vida, lo que les ha generado mucha angustia.

Roberto Baquero ha concluido diciendo: “el llamado es para que se haga cumplir los artículos 17 y 18 de Ley Estatutaria de Salud. Estamos trabajando en un proyecto de ley para que se dignifique la profesión en el sector salud. Hay una deuda tiene que ver con la contratación. No es justo que sigan laborando bajo la modalidad de prestación de servicios sin estabilidad alguna, con contratos de seis y 12 meses, como si fueran de arrendamiento”.

Baqueor ha  asegurado: “tristemente el personal lo tiene que hacer, si quiere trabajar. Esta situación va empeorando la profesión. Hoy vemos con mucha preocupación cómo las matrículas en medicina son altísimas y que cuando los médicos salen a laborar con los salarios que se están ganando no compensan lo invertido en sus carreras. Realmente esto tiene que cambiar”.

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