Edición Médica

Yira Torres, especialista en Pediatría de la Universidad El Bosque.

Karen Juliete Rojas. Bogotá 
Desde la Organización Panamericana de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS) se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una campaña mundial coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) para crear conciencia y estimular la acción sobre temas relacionados con la lactancia materna.
 
De ese modo, la OPS se une a la comunidad mundial para apoyar los esfuerzos para fortalecer las medidas para proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna en toda la Región de las Américas, durante la semana del 1 al 7 de agosto.
 
Por su parte, Yira Torres, experta en Lactancia Materna por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y especialista en Pediatría de la Universidad El Bosque, ha puntualizado en entrevista con EDICIÓN MÉDICA que, “este año la OPS propone como mensaje clave de la lactancia materna los beneficios vitales que aporta para la salud y la nutrición de los niños, con repercusiones positivas a lo largo de toda la vida y contribuye a la salud de la población, capital humano del futuro de nuestro mundo”.
 
Con respecto a la Semana Mundial de la Lactancia Materna y la importancia que tiene para el desarrollo y crecimiento de los menores, Torres ha enfatizado que uno de los beneficios innumerables es que reduce la morbilidad y mortalidad infantil, en especial de enfermedades tanto respiratorias como la diarrea que afectan de manera importante a los menores de 2 años”.
 
Además, Torres ha asegurado que los niños tienen un mejor desarrollo cerebral y neurológico, ya que, “previene al bebé en el futuro de enfermedades crónicas no transmisibles (obesidad, diabetes tipo 2, etc.), así como de alergias. También trae beneficios para la madre y para la sociedad”.
 
La experta ha considera que la leche humana, en sí, “es un superalimento para los bebés porque les proporciona todos los nutrientes, las inmunoglobulinas (defensas) el adecuado aporte de las calorías y los líquidos necesarios para la salud de su bebé. Apoya el desarrollo y el crecimiento del cerebro de su bebé, y es más fácil de digerir para su pequeño”.
 
“La lactancia materna continúa proporcionando los anticuerpos saludables que su bebé recibió naturalmente. Los hace niños sanos, se enferman menos, se nutren de manera adecuada, y se previenen enfermedades como el cáncer”, ha remarcado la experta en Pediatría de la Universidad El Bosque.
 
En cuanto al tiempo que se debe lactar, Torres ha explicado que la OMS, la Academia Americana de Pediatría (AAP), la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y nutrición (EPSGHAN), recomiendan que los bebes recién nacidos reciban lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida.
 
Durante este tiempo, Torres ha precisado que “se debe introducir la alimentación complementaria con alimentos nutricionalmente adecuados y seguros, para continuar con la lactancia materna hasta los 2 años o más. Momento en el cual la madre o el niño también lo decidan”.
 
Cifras que preocupan en Colombia y a nivel mundial
 
De acuerdo con la encuesta nacional de la situación nutricional (ENSIN) de 2015, en Colombia el 72 porcentaje de los menores de 2 años había recibido lactancia materna en la primera hora de vida, pero respecto a la lactancia materna exclusiva la proporción de menores de 6 meses amamantados (LME) fue inferior al 40 por ciento. Solo 1 de cada 3 niños (36.1 por ciento) recibió los beneficios nutricionales, inmunológicos, afectivos y neurológicos, entre otros de la leche materna.
 
En ese sentido, la experta en Lactancia Materna por la Asociación Española de Pediatría (AEP), ha expuesto que, a nivel mundial “Colombia está por debajo del 50 por ciento de la meta propuesta por la OMS para este milenio. Aunque en otros países estos indicadores pueden ser más bajos como Estados Unidos, Francia y Irlanda, donde la prevalencia está entre un 15 a un 40 por ciento a los 6 meses de edad”.
 
Por último, Torres ha sido enfática al subrayar que “amamantar no es una decisión, es un derecho humano que tiene madres e hijos de beneficiarse del mejor alimento.  Los niños no amamantados deben recurrir a otros alimentos, que no son los apropiados para su crecimiento y desarrollo, y esto conlleva a inseguridad alimentaria”.
 
No obstante, aunque la ciencia y la tecnología ha conseguido obtener alimentos llamados sucedáneos de la leche materna, "estos no pueden ser comparados con la leche materna respecto a los beneficios inmunológicos y nutricionales. El niño se ve expuesto a mayor incidencia de diarreas si se prepara de forma inadecuada los sucedáneos de la leche materna, mayor riesgo de infecciones graves. Mayor riesgo de obesidad infantil y de alergias”, ha concluido Torres.
 

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