Médico cuenta cómo ha vivido la emergencia por coronavirus en el hospital en el que trabaja
La asistencia respiratoria es uno de los procedimientos en el que los médicos se ven más expuestos
No todos los pacientes asimilan los tratamientos de la misma manera.
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Wilmer Mejía. Bogotá
Hoy por hoy, en medio de la pandemia causada por el CoVID19 en el mundo, a todo el personal de salud que atiende la emergencia se le ha reconocido su labor, pero en muchos casos los profesionales
se han visto enfrentados a altos niveles de estrés por evidenciar que no todos los tratamientos funcionan para sus pacientes o que hay que aplicarlos de maneras diferentes para que respondan satisfactoriamente.
El médico internista
Óscar Mauricio Rueda, hace parte del grupo de profesionales que conforma la primera línea de atención a pacientes contagiados con el nuevo coronavirus. El especialista que presta sus servicios en uno de los hospitales de Bogotá ha relatado a EDICIÓN MÉDICA cómo ha vivido la emergencia desde que el virus llegó al país y en especial al hospital en el que trabaja.
Rueda ha afirmado que desde que comenzó la propagación del virus en diciembre del año pasado en China, el panorama no parecía ser tan fuerte pues la enfermedad aún estaba lejos, ha indicado que hacia febrero el panorama cambió, pues cada vez el virus se veía más cerca. “Lo que más asustaba era lo que uno leía,
la mortalidad que estaba ocurriendo, no solo en China sino en países como Italia, España, donde el virus ocasionó mayor mortalidad, todo el mundo decía que era una tasa de mortalidad de menos del diez por ciento”.
El profesional ha contado que el primer paciente que llegó a la Unidad de Cuidados Intermedios en la que él trabaja, fue a
mediados del mes de marzo y ha señalado que era un paciente que presentaba obesidad e hipertensión arterial, dos de las comorbilidades que más afectan a los pacientes que contraen el CoVID19. Ha manifestado que “el primer paciente es muy duro porque, primero, usted no sabe bien a lo que se va a enfrentar, segundo, es una enfermedad tan nueva que en realidad todavía no la comprendemos bien”.
De igual manera, ha indicado que cuando supo que debía atender ese primer paciente,
tuvo ansiedad e incertidumbre al pensar que podía resultar contagiado también por el virus.
El galeno, que en medio de la emergencia
ha prestado turnos de 24 horas en la Unidad, ha resaltado que cuando llega a cumplir con su jornada laboral, el ingreso al hospital lo hace por un sitio diferente al que normalmente se hacía, ya que en este momento no pueden compartir la misma entrada con las personas particulares.
Ha asegurado, de igual manera, que el hecho de poder contar con
los elementos de protección personal necesarios para la atención de los pacientes les genera tranquilidad, pues “yo he tenido que hacer manejo avanzado de la vía aérea, que es el momento en el que uno más se puede contaminar, por los aerosoles. Entonces ya uno está con mejor protección y las cosas las hace con más seguridad, y eso le ayuda a uno a que en el día a día se vaya afianzando su confianza y su criterio”.
Atención de pacientes
El internista ha señalado que a medida que atiende pacientes contagiados con SARS-CoV-2 se ha dado cuenta que son
personas con las que la atención se debe hacer de una manera muy tranquila, “hay que tratar de que los primeros días la ventilación mecánica sea lo más relajante y lo más suave”, y ha manifestado que en algunos casos han tenido que suspender los tratamientos ya que con los medicamentos que ordenan los protocolos de atención han tenido efectos secundarios y no han tenido buenos resultados.
Ha hecho especial énfasis en que los primeros catorce días en los que los pacientes experimentan la enfermedad son los más difíciles tanto para ellos como para los médicos que los atienden, y que cada paciente no se puede manejar de la misma manera.
Rueda se ha referido frente a la situación que atraviesan los pacientes, y ha manifestado que es triste cuando alguno de ellos fallece, ya que en este momento los pacientes que mueren lo hacen totalmente solos, pero que durante su estadía en las UCI (Unidades de Cuidado Intermedio), el personal de salud hace todo lo necesario por brindarles acompañamiento y una buena calidad de vida a pesar de que sean pacientes que estén muy graves.
“A mí en un día me fallecieron dos (pacientes), uno no está acostumbrado a ver eso… y uno comienza a reevaluarse. Lo primero que uno dice como médico es, ¿será que hice algo mal?, ¿estoy haciendo las cosas mal?, pero en realidad no es culpa de uno” ha afirmado el profesional.
Separación Familiar
El profesional ha indicado, que,
desde el primer día que atendió su primer paciente, fue el último que compartió con su familia pues ha dicho que tomó la decisión de irse por prevenir un posible contagio a su esposa e hija, “uno no quiere, pero puede tener una probabilidad así sea baja de que los pueda contagiar, entonces por eso tomé la determinación de irme a vivir solo”.
En medio de la separación que ha tenido que enfrentar, ha señalado que cuando termina su turno en el hospital, se acerca al sitio donde vive su familia
para saludar a su esposa y su pequeña hija a través de una reja que separa el edificio de la calle. Ha resaltado también la importancia de la tecnología en estos casos pues ha manifestado que “nos vemos por videollamada varias veces en el día como para que no se le olvide la figura paterna”, haciendo alusión al contacto virtual que mantiene con su hija.
Ha manifestado que, desde la partida de su hogar,
en algunas ocasiones ha experimentado insomnio por la misma incertidumbre que genera la situación sanitaria actual, pero esto no ha representado ningún problema para el cumplimiento de su deber.
Se ha referido también a las muertes de médicos que
se han presentado en el país por contraer el virus, y ha indicado que han sido momentos duros pues había contemplado la posibilidad de renunciar a su trabajo por temor a también contraer la enfermedad, pero “luego comencé a meditar la situación, e igual para esto me preparé, yo sabía que algún día me iba a tocar algo similar”, ha señalado.
Finalmente, el profesional se ha dirigido a sus colegas que también hacen parte de la primera línea de atención de esta emergencia y
ha dicho que “claro, son momentos difíciles en los que uno está por fuera de la casa, lo ven como bicho raro en la calle, sientan que más que aguante, sientan que esta es una vocación en realidad y estamos haciendo lo correcto, no hay nada más satisfactorio que usted ver un paciente que se recupere, ese es el mejor pago que hay”.