DESCONEXIÓN LABORAL
Depresión y ansiedad en los profesionales de la Salud de Colombia, un problema laboral
El personal de Salud de 11 países de América Latina presenta elevadas tasas de síntomas depresivos y malestar psicológico
El cuidado de la Salud mental debe incluir desde la desconexión laboral.
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Karen Juliete Rojas. Bogotá
Según ha evidenciado la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el personal de Salud de once países de América Latina presenta elevadas tasas de síntomas depresivos, pensamiento suicida y malestar psicológico. En ese sentido, otra prioridad que se debe tomar en cuenta en este especial de la
Salud mental se centra en los trabajadores de la Salud que diariamente se enfrentan a escenarios críticos en los cuales deben lidiar de forma profesional.
Sin embargo, existen repercusiones laborales al momento de analizar el estado de la Salud mental de los profesionales de la Salud. En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Olga Elena Vallejo Calle, subdirectora Nacional del Campo de Psicología de las Organizaciones y del Trabajo (Colpsic), ha remarcado que, el cuidado y autocuidado de la salud mental debe ser una prioridad para los profesionales de la salud, ante las condiciones laborales que enfrentan en el día a día, donde
a diario se ven expuestos a diversos tipos de riesgos como biológicos, físicos, biomecánicos, psicosociales, público, etc.
“Este cuidado de la salud mental debe incluir desde la desconexión laboral, la gestión emocional y el desarrollo de estrategias de afrontamiento, recursos psicológicos y competencias emocionales, hasta la práctica de hábitos de vida saludable, siendo de vital importancia:
solicitar ayuda de expertos cuando sientan que se está viendo afectada su Salud mental”, ha argumentado.
Del mismo modo, ha dado algunas recomendaciones para el cuidado de la Salud mental, como: establecer horarios de trabajo, descanso, alimentación, sueño, etc.;
realizar pausas activas durante la jornada laboral; planear y organizar el tiempo de trabajo, priorizando actividades y delegando funciones cuando sea posible; alimentación saludable; higiene del sueño (dormir 8 horas diarias).
Otras que Vallejo ha resaltado son: hacer ejercicio por lo menos 3 veces a la semana preferiblemente al aire libre; evitar el consumo de sustancias psicoactivas; practicar un deporte o afición,
realizar actividades que permitan descargar la tensión acumulada; mantener contacto con familiares, amigos o colegas, con quienes se puedan tratar temas y realizar actividades diferentes al trabajo; practicar la desconexión laboral.
La ansiedad y la depresión, enfermedades profesionales
La ansiedad y la depresión son trastornos de Salud mental que afectan a millones de personas en todo el mundo. En los últimos años, ha habido un
aumento en el reconocimiento de estas afecciones como enfermedades profesionales, especialmente entre aquellos que enfrentan altos niveles de estrés y presión en el trabajo.
Para la subdirectora si son consideradas enfermedades laborales. El
Decreto 1477 del 5 de agosto del 2014, también conocido como la Tabla de Enfermedades Laborales, que corresponde al anexo técnico de dicho decreto, aparecen descritos entre las enfermedades laborales con base en el CIE-10: enfermedades como Depresión, Episodios depresivos (F 32), Otros trastornos de ansiedad (F 41), Trastorno de ansiedad generalizada, entre otros.
“Teniendo en cuenta lo anterior, cuando un trabajador presenta ansiedad, depresión, estrés, burnout, entre otros, puede ser considerado enfermedad laboral, siempre y
cuando se pueda establecer la relación causa-efecto asociada a las condiciones de trabajo, o al trabajo en sí, siendo necesario demostrar la relación de causalidad con los factores de riesgo ocupacional”, ha puntualizado.
En 2022, la Organización Panamericana de la Salud había advertido sobre el aumento de casos COVID-19 y el i
ncremento de malestar psicológico entre los profesionales de la Salud. La necesidad de apoyo emocional y económico, la preocupación por contagiar a los familiares, los conflictos con los familiares de las personas contagiadas y los cambios en las funciones laborales habituales fueron algunos de los factores principales que afectaron la salud mental del personal.
El dato
El informe
The COVID-19 HEalth caRe wOrkErs Study (HEROES) había resaltado que, es urgente el desarrollo de políticas específicas que permitan organizar acciones que protejan la Salud mental de estos trabajadores.
En ese sentido, desde la OPS se ha recomendado modificar el ambiente laboral y garantizar condiciones de trabajo adecuadas. También, otorgar remuneraciones dignas, condiciones contractuales estables y
crear espacios donde los equipos puedan conversar, desahogarse y realizar prácticas de autocuidado.