En Colombia se conmemoran el día nacional del Médico Internista
Se destaca que el internista da importancia a la medicina basada en la evidencia, sin olvidar al ser humano
Gregorio Sánchez Vallejo, médico internista, y miembro de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI).
|
Redacción. Bogotá
En Colombia se celebra el día nacional del especialista en Medicina Interna, una
iniciativa creada por la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI), en honor al natalicio del padre de la Medicina Interna, Sir William Osler, el 12 de julio.
Cabe mencionar que, Osler contribuyó a
diseñar el currículo que integraba la formación hospitalaria con los estudios de medicina: la estructura actual de la formación médica se basa en las innovaciones que introdujo en la Universidad de John Hopkins. Escribió The Principles and Practice of Medicine (1892), uno de los principales y más influyentes libros de texto en el campo de la medicina interna.
Por su parte, ACMI en un artículo publicado en Acta Médica Colombiana, ha destacado que, la historia de la medicina interna en el país se remonta al siglo XVIII con la llegada de José Celestino Mutis, pasando por el siglo XIX cuando dentro de un ejercicio combinado de las ciencias clínicas y quirúrgicas,
sobresalieron Antonio Vargas Reyes, Liborio Zerda y el general Santos Acosta, para terminar definiéndose como especialidad por el profesor José María Lombana Barreneche (1854-1928) a finales del siglo XIX, encargado de la cátedra de patología interna del Hospital San Juan de Dios de Bogotá.
De acuerdo con
Dora Inés Molina de Salazar, autoría del artículo,
la medicina interna como especialidad con identidad propia,
sólo tomó vigencia hacia los años 60, “lo cual fue precedido por la creación de la Sociedad Colombiana de medicina interna en 1949 que tuvo una duración efímera y en forma casi simultánea con el nacimiento de la Asociación Colombiana de medicina interna”.
La Medicina Interna es una especialidad clínica se ha dedicado a la atención de las enfermedades del adulto, que no son quirúrgicas.
Está enfocada al diagnóstico y el tratamiento no quirúrgico de las enfermedades que afectan a sus órganos y sistemas internos, según ha resaltado
Gregorio Sánchez Vallejo, médico internista, y miembro de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI).
“Los
médicos internistas se encargan de aquellos casos que requieren tratamientos largos, que no son claros y que necesitan de un tipo de estudio especial para así llegar a un diagnóstico claro y certero de la afección a tratar”, ha agregado el médico internista.
Por su parte,
Fernando Rodríguez Bayona, médico internista quien actualmente se desempeña en la Clínica Fundación Valle del Lili (Cali), ha manifestado a otros medios que, “
el internista es un médico capacitado científicamente, que da importancia a la medicina basada en la evidencia, sin olvidar que tiene al frente a un ser humano con sentimientos y emociones” ha precisado.
No obstante, en Colombia se ha evidenciado que hay pocos cupos para formación en residencias médicas, así como excesiva carga académica y baja remuneración. Según han recalcado varios gremios
, esta especialidad requiere de mejores honorarios y una mayor autonomía en el ejercicio prodesional.
Reseña histórica
La ACMI ha informado que
el gremio fue fundado en 1958 por un pequeño grupo de eminentes internistas de Bogotá, por iniciativa de los doctores Rafael Carrizosa Argáez y Roberto De Zubiría Consuegra, quienes fueron elegidos como su primer presidente y secretario respectivamente. Fue definida entonces estatutariamente como “una entidad de carácter científico y gremial, cuya función debe ser la agrupación de los médicos que ejercen la Medicina Interna” en Colombia.
Actualmente la ACMI cuenta con miembros distribuidos en 17 capítulos en todo el país y es una Sociedad Afiliada a la Academia Nacional de Medicina de Colombia.
El dato
William Osler inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Toronto y los finalizó en la Universidad de McGill. En 1872 a los 22 años, recibió el grado de doctor en medicina y máster en cirugía.
Se marchó primero a Inglaterra y después a Alemania y Austria, para especializarse en Fisiología, Embriología, Pediatría y Dermatología, realizó práctica clínica en los más prestigiosos centros hospitalarios de Europa, lo cual le permitió formarse como un excepcional profesor de cátedra. En 1884 ocupó el cargo de catedrático de medicina clínica en la Universidad de Pennsylvania, y en 1899 ya era docente en la Universidad John Hopkins.