Edición Médica

Fernando Cornejo, docente de la UTE.

Cristina Coello. Bogotá
Durante la emergencia por CoVID19, China reportó que al menos un tercio de los profesionales de la salud que habían atendido a pacientes con coronavirus presentaron depresión, ansiedad o problemas de sueño.

EDICIÓN MÉDICA ha conversado con Fernando Cornejo, director del posgrado de Psiquiatría de la Universidad UTE, quien estima que al igual que en todo el mundo, muchos profesionales necesitarán atención en salud mental, más aún cuando enfrentan además inestabilidad laboral.

Cornejo ha anticipado que en los próximos meses se evidenciarán principalmente síndrome de burnout (o del quemado) y trastornos de estrés postraumático. Pero ya en estos momentos “los trabajadores de la salud están sujetos a muchísima inestabilidad emocional”, ha comentado.

CoVID es una enfermedad profesional

Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el CoVID19 es una enfermedad profesional para los trabajadores de la Salud y por lo tanto “es uno de los primeros temas que debemos reconocer”, ya que están permanentemente expuestos sin importar si están en primera línea o en otras áreas y por lo tanto “hay que exigir esos derechos”, ha sido enfático en señalar Cornejo.

De igual manera, el especialista ha considerado que en el día a día estos servidores deben adoptar estrategias que les permitan mejorar su salud emocional, con el fin de que puedan seguir atendiendo.

De allí que ha sugerido que, al menos, el personal sanitario siga las recomendaciones básicas de OMS relacionadas a: tener una alimentación saludable, usar a plenitud el horario de descanso y acudir el servicio de salud mental de sus propias unidades para descargarse. “Eso debe cumplirse ya para prevenir que aparezcan trastornos más graves en el futuro”.

Romper mitos

Según Cornejo entre las consideraciones a tomar están las siguientes: “Si ya no está a gusto con su trabajo, ha perdido el interés, la empatía con los pacientes y sus familiares; si es una carga pesada ir a su trabajo, está probablemente acercándose a un síndrome de burnout y debería consultar con un especialista para que acceda a una respectiva licencia”.

Por otro lado, si presenta somáticas como: taquicardia, sudoración fría sin una causa específica, o “está pendiente todo el tiempo de que algo va a pasar, probablemente está desarrollando un síndrome de ansiedad o trastornos de pánico y también sería importante consultar al servicio de salud mental”.

En tercer lugar, si un profesional siente tristeza profunda, “pérdida del placer por las cosas que hace, sensaciones o ideas de ruina, culpa o muerte acompañado de insomnio, hipersomnia, comer mucho o poco, son algunos síntomas depresivos y también es fundamental consultar” a un especialista, ha advertido.

“Hay que estar alerta”, ha advertido Cornejo, porque en un futuro podrán aparecer trastornos por estrés postraumático, sobre todo en quienes han estado en primera línea de atención y según la evidencia científica eso aparecerá en unos 3 a 6 meses.

Según el especialista, esto se caracteriza por los mismos síntomas de ansiedad, junto a conductas evitativas, sueños, pesadillas, entre otros y es necesario acudir al Psiquiatra por un tratamiento adecuado.

“Lastimosamente es muy probable que a mediano plazo un buen porcentaje de la población” en general y profesionales sanitarios tendrán alguno de estos problemas de salud mental, ha adelantado.

Por otra parte, el docente ha enfatizado que “los profesionales de la salud somos muy comprometidos, pero no somos mártires y tenemos la obligación de exigir a nuestros empleadores que exista esta atención”.

Así pues, ha recordado el rol que tienen los gremios de la salud para demandar ese tipo de atenciones y en especial al Estado que es principal empleador de los profesionales de la salud. “Es preferible tener una licencia para una semana, que luego perder un médico por enfermarse gravemente y no pueda atender tres o cuatro meses. Eso va a pasar si se da un trastorno psiquiátrico”, ha insistido.

Se deberán “romper muchos mitos” ha resaltado Cornejo, ya que la Salud mental ha sido considerada “como la última rueda del coche”. No obstante, “es momento de identificar esos síntomas de alarma, sobre todo en el personal de salud que nos consideramos infalibles, pero deberemos solicitar ayuda por el bien de uno mismo”, ha recalcado.

La importancia de los datos

Cornejo ha considerado que es importante que el Estado permita sentir seguridad al personal de salud y a la ciudadanía en general no solo con equipos de protección, sino también con datos certeros.

“Parecería que eso no influye en la salud mental y conducta de la gente, pero en realidad influye en el día a día y lastimosamente lo que menos tenemos hoy, son certezas. La falta de transparencia en la información por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP) pone en riesgo la salud mental del personal sanitario”, ha criticado tras la falta de estadísticas oficiales confiables.

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