COMPROMISO DE VIDA
Fallece Francisco Lopera, pionero en la investigación del alzhéimer: un legado científico que trasciende fronteras
Uno de los mayores aportes de Lopera ha sido el descubrimiento de genes que podrían proteger contra el alzhéimer
Miércoles, 11 de septiembre de 2024, a las 12:32
Francisco Lopera, reconocido mundialmente por su trabajo sobre el alzhéimer.
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Redacción. Bogotá
Instituciones académicas, instituciones hospitalarias, el campo de la Medicina y la neurociencia han expresado sus más profundas condolencias tras haber perdido a uno de sus
más ilustres investigadores.
Francisco Lopera, reconocido mundialmente por su trabajo sobre el alzhéimer, ha fallecido este 10 de septiembre de 2024 tras una valiente batalla contra el cáncer.
Lopera, quien fue el director del Grupo de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia (UdeA), deja un
legado invaluable en la búsqueda de una cura para esta devastadora enfermedad, brindando importantes aportes y un camino trazado para continuar con una prometedora investigación.
La trayectoria de Lopera comenzó en la Universidad de Antioquia, donde se graduó como médico cirujano en 1979 y como neurólogo clínico en 1984. Posteriormente, completó estudios en neuropediatría y neuropsicología en la Université Catholique de Louvain en Bélgica. A su regreso a Colombia,
fundó el Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA), desde donde lideró investigaciones que impactaron significativamente el conocimiento y manejo del Alzheimer a nivel mundial.
Una experiencia personal marcó su carrera desde temprano: al ver a su abuela sufrir de demencia y la impotencia de su padre, el joven Lopera prometió dedicar su vida a
encontrar una solución para esta enfermedad. Este compromiso lo llevó a descubrir la conocida "mutación paisa", una variante genética que causa Alzheimer temprano en una gran cantidad de familias del norte de Antioquia.
El descubrimiento de la «Mutación Paisa» y genes protectores
En 1998, tras décadas de investigación, el equipo del GNA liderado por Lopera identificó y documentó la mutación PSEN1 E280A, presente en 1.200 de los más de 6.000 miembros de 25 familias afectadas. Este hallazgo, conocido como la
“mutación paisa”, cambió para siempre la comprensión del alzhéimer familiar y posicionó al equipo como referente global en la investigación de esta enfermedad.
Uno de los mayores aportes de Lopera ha sido el descubrimiento de
genes que podrían proteger contra el alzhéimer. En 2019, el GNA reportó el caso de
Aliria Rosa Piedrahíta, una portadora de la mutación paisa que, sin embargo, no desarrolló alzhéimer gracias a la mutación APOE3 Christchurch. Más recientemente, en 2024, se anunció el hallazgo de otras 27 personas con una variante del mismo gen, lo que abre nuevas esperanzas para tratamientos futuros.
Legado científico
El trabajo de Lopera ha sido ampliamente reconocido. En abril de 2024, recibió el
Premio Potamkin de Investigación en Pick, Alzheimer y Enfermedades Afines, otorgado por la Academia Americana de Neurología y la Fundación Americana del Cerebro, considerado el galardón más prestigioso en la investigación de enfermedades neurodegenerativas.
Además, la Universidad de Antioquia, su alma mater, le concedió en 1997 la "Medalla Francisco José de Caldas a la Excelencia Universitaria" y en 2004 y 2011, el "Premio a la Investigación Universidad de Antioquia". Estos reconocimientos reflejan su incansable dedicación y los significativos aportes que realizó al estudio de las
enfermedades neurodegenerativas.
El legado de Lopera continuará inspirando a nuevas generaciones de científicos. Su visión clara y compromiso inquebrantable con la investigación del Alzheimer han sentado las bases para futuros desarrollos terapéuticos. “Ahora lo que sigue es
imitar lo que la naturaleza ya hizo”, señaló en una de sus últimas entrevistas, destacando la importancia de seguir explorando las pistas genéticas que podrían cambiar el curso de esta enfermedad.
El fallecimiento de Lopera es una pérdida irreparable para la comunidad médica y científica, pero su legado y contribuciones perdurarán como un faro de esperanza en la
lucha contra el alzhéimer. La Universidad de Antioquia y el mundo de la neurociencia han expresado sus más altos honores a un visionario cuyo trabajo cambió vidas y continuará haciéndolo en los años por venir.