Edición Médica

Carolina Corcho, videpresidenta de la FMC.

Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
Hace unos días atrás, Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombia, hizo pública en sus redes sociales una amenaza que recibió. “He sido amenazada, nos quieren silenciar, paralizarnos con el terror. No resisten ideas democráticas, propuestas de cambio, que pensemos distinto. Este es mi país y seguiremos trabajando porque sea más justo”, fue lo que dijo en su momento a través de su cuenta de Twitter.
 
Corcho acompañó la denuncia con una fotografía de la amenaza, de la que se sospecha proviene del grupo Águilas Negras, que opera en el país bajo la ilegalidad. En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Corcho ha indicado que “fue a través de un panfleto que recibí la amenaza, de la cual todavía no se tiene mucha información, ya que la Fiscalía, que tiene conocimiento de este hecho, no me ha dado ningún tipo de respuesta al respecto”.
 
Corcho ha indicado que recibió el respaldo de diversos gremios médicos, quienes rechazaron enfáticamente las intimidaciones. En sus redes sociales Corcho ha expresado su agradecimiento “por todos sus mensajes de apoyo y solidaridad. No podemos aceptar que en Colombia se mate, intimide y se amenace, por pensar diferente a los poderes establecidos, por ejercer derechos. La vida y las libertades democráticas son valores supremos”.
 
La doctora también se ha referido a la actual situación que atraviesa el país, en cuanto a la crisis que se vive en varias partes del territorio por el aumento de casos de COVID-19, fallecimientos y ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

“Respecto a la situación de COVID-19, era previsible que iba a haber un aumento de la mortalidad, ya estamos superando los 500 diarios y se espera, por la reapertura económica que va a generar otro tipo de aglomeraciones y se puede llegar alcanzar 800 por día, conforme a un documento elaborado por varias organizaciones médicas y de la sociedad civil”, ha manifestado Corcho.
 
La profesional ha agregado que, “prácticamente hay un colapso del sistema de salud que no ha sido declarado oficialmente y hospitalario, en término de número de pacientes en espera, sobre ocupación en urgencias, retrasos en atención de otras patologías, entonces es claramente hay un colapso del sistema, que se había registrado previamente en los anteriores picos, sin que tampoco fuera reconocido por los sistemas oficiales y públicos de información, porque nunca se ha querido reconocer dentro de esos sistemas cuánto es el número de pacientes que están esperando Unidades de Cuidados Intensivos y que fallecen en espera, eso supone un colapso cuando eso se presenta”.
 
Asimismo, Corcho ha agregado que “en este momento la situación es aún más complicada, porque el pico se ha quedado en una meseta. Tenemos aún el problema de que el ritmo de vacunación no es estable. Colombia debería estar vacunando mínimo 250 mil personas diarias, durante unas semanas se logró ese ritmo, pero luego volvió y bajo. No tenemos el ritmo de vacunación que se requiere y todavía un porcentaje muy bajo de la población vacunada, lo que nos pone ante una situación muy difícil. Es que necesitamos lograr la inmunidad de rebaño por lo menos para atenuar el impacto del virus”.
 
“El problema de la vacunación no lo puede solucionar adelantando fases y si las adelantan es porque no hubo suficiente planeación para poder culminar la anterior fase, ya que el plan de vacunación tiene un problema desde el momento inicial y es que es un plan de vacunación sin cronograma, sin claridad sobre la llegada de las vacunas a Colombia, debido a que no han querido transparentar los contratos. Nos demoramos tres meses para entender que no era necesario poner a las EPS e intermediarios a hacer agendamientos complejos y autorizaciones, eso tenía que llamarse expeditamente a todo el mundo a acudir a los puntos de vacunación como lo hacen todos los países del mundo”, ha puntualizado Corcho.
 
Incluso, la vicepresidenta de la FMC ha señalado que “tenemos aproximadamente 5 millones de vacunas en la nevera, que no están en los brazos de los colombianos en medio de semejante mortalidad tan alta. Desde el primer momento se sugirió poner puntos de vacunación, pero como no escuchan a los expertos, a la comunidad médica, por lo que las demoras son enormes y el costo en vidas es muy alto, frente a ese tipo demoras. No podemos democratizar un proceso de vacunación”.
 
El dato

Corcho ha explicado que, el personal de la salud tiene agotamiento, ya que, se calcula que hay un 40 por ciento, que presenta sintomatología ansiosa, depresiva, “además no se han resuelto los procesos de precarización bajo la cual se está enfrentado este problema, en un personal que ya viene extenuado de dos picos previos y no hubo tampoco una política clara durante la pandemia para entregar mejores condiciones de bioseguridad, contratación laboral, de dignificación laboral para los trabajadores de la salud”, ha contado Corcho.

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