INVESTIGACIÓN EN PROCESO
Indignación en el sector Salud por el asesinato del médico Julián Quintero, reconocido cirujano en Ocaña
Varios gremios médicos evidencian la creciente inseguridad que enfrentan los profesionales de la salud en las zonas fronterizas
Conternación ante la pérdida del cirujano cardiovascular Julián Andrés Quintero.
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Redacción. Bogotá
El asesinato del cirujano cardiovascular
Julián Andrés Quintero, ocurrido el pasado 8 de noviembre en la vía entre Cúcuta y Ocaña, ha generado profunda tristeza e indignación en la comunidad médica y en la región. Quintero, quien fue recomendado como cirujano cardiovascular en el Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña durante ocho años, ha sido
atacado por dos motociclistas cuando se desplazaba con su familia, quienes resultaron ilesos y actualmente reciben apoyo psicosocial.
La Policía Nacional ha iniciado investigaciones para dar con los responsables del crimen.
Sobre el perfil de
Julián Andrés Quintero, fue un médico graduado de la Universidad del Rosario y con un posgrado en Cirugía Vascular Periférica y Angiología de la Universidad El Bosque, había dedicado su vida profesional a
mejorar la salud de la comunidad de Ocaña.
Con una visión de
arraigo y compromiso, el médico expresó en entrevistas a medios locales: “De corazón, esta es mi tierra. Qué más que trabajar para nuestra gente. El servicio de cirugía vascular cuenta en este momento con toda la infraestructura para ofrecerles a todo el personal y a la población de Ocaña toda la tecnología que pueden encontrar en cualquier ciudad de Colombia”.
Quintero deja una hija de tres años, quien también se encontró en el vehículo durante el atentado.
Reacciones de indignación en el sector salud
El Hospital Emiro Quintero Cañizares ha emitido un comunicado lamentando profundamente la pérdida de uno de sus profesionales más apreciados y pidió a las autoridades que intensificaran la búsqueda de los responsables. Asimismo, la Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico de Bogotá DC se sumaron a este mensaje de rechazo, destacando la
gran pérdida que representa el fallecimiento de Quintero para el hospital, la comunidad de Ocaña y el gremio médico en general.
“Este asesinato es una muestra de la creciente inseguridad que enfrentan los profesionales de la salud en las zonas fronterizas. Repudiamos toda forma de agresión contra el médico personal e instamos al Gobierno Nacional a
fortalecer las medidas de protección para el gremio. La situación de violencia e impunidad que se vive en regiones como Norte de Santander no solo afecta la seguridad del personal de salud, sino también el acceso a servicios médicos esenciales para la comunidad”, ha expresado la Federación Médica en su comunicado.
Preocupación por la inseguridad en zonas fronterizas
Este hecho es un reflejo de la preocupante
situación de violencia en Norte de Santander, donde operan múltiples grupos criminales, poniendo en riesgo tanto a la población como a quienes trabajan en el sector salud. Por ello, las organizaciones médicas han hecho un llamado a la comunidad a valorar y proteger a quienes dedican su vida a la atención de la salud.
La comunidad médica se encuentra en alerta, y muchos profesionales de la salud, especialmente aquellos que
trabajan en zonas de conflicto, esperan que el Gobierno y las autoridades refuercen las medidas de protección para evitar que casos como el de
Julián Andrés Quintero vuelvan a repetirse.