Edición Médica

Ana María Soleibe, presidenta de la Federación Médica Colombiana.

Redacción. Bogotá
El reciente proyecto de ley para la transformación del sistema de salud en Colombia, a pesar de sus aspiraciones de construir un sistema más equitativo y universal, ha dejado una grave omisión que afecta directamente a quienes sostienen este mismo sistema: los trabajadores de la salud. Así lo denuncia la Federación Médica Colombiana, a través de su presidenta, Ana María Soleibe, quien destacó en un comunicado la crítica situación laboral que el sector ha enfrentado durante más de tres décadas.
 
A lo largo de estos años, miles de profesionales de la salud (desde médicos hasta auxiliares de Enfermería) han trabajado bajo modalidades de contratación que vulneran sus derechos. Contratos a corto plazo, tercerización y vínculos laborales inestables se han convertido en la norma, afectando tanto su bienestar como la calidad de la atención que pueden brindar.
 
Según han señalado las cifras de la Procuraduría General de la Nación, solo el 28,63 por ciento de los trabajadores de las Empresas Sociales del Estado (ESE) tienen contratos directos, mientras que el 71,37 por ciento son contratados a través de figuras de intermediación, como los contratos sindicales o de prestación de servicios.

A pesar de que el proyecto de ley menciona la importancia de los trabajadores de la salud y sugiere mejoras en sus condiciones laborales, las medidas concretas parecen insuficientes, según ha señalado Soleibe. El Artículo 41 del proyecto establece que los trabajadores de instituciones privadas y mixtas del sector salud se regirán bajo el Código Sustantivo del Trabajo (CST), pero sin proponer ajustes que corrijan las modalidades de contratación que han perpetuado la precarización laboral.
 
En este contexto, la Federación Médica Colombiana ha reiterado la necesidad de establecer un Régimen Laboral Especial que garantice condiciones laborales justas para los trabajadores de la salud. Una medida que no solo mejoraría su calidad de vida y estabilidad, sino que también permitiría una atención de mayor calidad. La reforma sanitaria, según ha sostenido Soleibe, no será completa si no incluye disposiciones que dignifiquen las condiciones laborales de quienes día a día luchan por mantener la calidad del servicio de salud en el país. 

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