AVANCES INVESTIGATIVOS
Medicamentos biológicos y no biológicos pueden ser una promesa de mejoría para pacientes con vitíligo, asegura experto
La incidencia real de esta enfermedad es desconocida, pero globalmente la prevalencia es aproximadamente de 1 persona por cada 100
Héctor José Castellanos, dermatólogo y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
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Karen Juliete Rojas. Bogotá
Actualmente,
a nivel mundial entre el 2 y el 3 por ciento de la población sufre de vitíligo, una patología que aparece por lo general antes de los 20 años y después de los 50 años, según ha indicado la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
En general, el vitíligo no afecta la salud corporal, ni la funcionalidad del organismo, pero suele generar una afectación psicológica importante relacionada con la estigmatización, por lo cual los pacientes
pueden sufrir depresión y disminución de la autoestima debido a su enfermedad.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Héctor José Castellanos, dermatólogo y docente de la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, ha explicado que esta enfermedad suele aparecer con más intensidad en zonas, por ejemplo, de presión o roce constante como pliegues de axilas o inguinales o en las manos. “O después de que la persona se quema con el sol en áreas expuestas o por traumas como heridas o cirugía”.
De acuerdo con Castellanos, los tratamientos con mejor evidencia para tratar esta enfermedad van encaminados a estimular la repigmentación, “a partir de la piel sana alrededor de las manchas o en los anexos (pelos, glándulas sebáceas) de la piel afectada, que sobreviven en esas estructuras”.
Asimismo, el docente de la UNAL ha contrastado que,
la enfermedad también se puede tratar con cremas tópicas, como los corticoides o algunos medicamentos tópicos inmunomoduladores, o corticoides sistémicos, dependiendo del área afectada.
“Una terapia muy usada es la exposición controlada a fuentes de luz ultravioleta con o sin medicamentos que potencien esa luz, en tratamientos que abarcan varios meses”, ha agregado Castellanos.
Investigación, desafíos y avances
La activa investigación sobre las vías inmunes e inflamatorias que llevan a la aparición de las lesiones clínicas ha hecho que existan varios
medicamentos biológicos o no biológicos que pueden ser una promesa de mejoría de los pacientes con vitíligo, según ha mencionado Castellanos.
En ese sentido, “la diferencia entre los tratamientos bilógicos y no biológicos es que no hay bilógicos aprobados en el momento para el vitíligo, hay
algunos que están en estudio, pero no están siendo utilizados de forma usual para la enfermedad”, ha asegurado.
En cuanto a los tratamientos tradicionales para tratar el vitíligo, como las moléculas tópicas o la luz ultravioleta, el docente de la UNAL ha resaltado que “tienen resultados variables, pueden mejorar la enfermedad, pero otras no tanto”.
Cabe anotar que, la incidencia real de esta enfermedad es desconocida, pero globalmente la prevalencia es aproximadamente de 1 persona por cada 100. “Hay nuevas moléculas, no biológicos que se están investigando, incluso hay uno ya aprobado, pero
en Colombia no está disponible todavía”, ha afirmado Castellanos.
Aunque la enfermedad no comprometa el funcionamiento normal del cuerpo, las manchas no duelen, ni escuecen, ni pican, es decir, que no generan molestia física aparente, las personas con vitíligo son mucho más sensibles a las quemaduras producidas por el sol, e incluso tienen más riesgo a padecer cáncer de piel.
Por ende, los expertos han insistido en la importancia de consultar al especialista, iniciar un tratamiento adecuado y seguir las recomendaciones. El vitíligo es de tratamiento arduo, pero se puede mejorar con tratamientos de nuevos alcances y expectativas.
El dato
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
conmemora cada 25 de junio el Día Mundial del Vitiligo, una enfermedad de origen desconocido. El vitíligo es una enfermedad cutánea crónica, de causa no establecida, que consiste en la despigmentación de la piel y se hace notoria con la aparición de máculas (manchas) blancas que afectan cualquier parte de la superficie cutánea e incluso, en algunos casos, los labios.