Médicos rurales enfrentan amenazas, discriminación y fuertes carencias para enfrentar la Covid19
Cuando fui asignada a esta plaza, me di cuenta que no tengo laboratorios, electrocardiograma, básicamente no tengo nada
Carolina Morales, médica rural, egresada de la Universidad del Rosario en Bogotá.
|
Carlos Mario Ríos. Bogotá
Mucho se habla de la situación de la salud en las ciudades principales
, las cifras son evidentes y marcan una tendencia de crecimiento o descenso claro, pero otra situación muy diferente es la que se vive en el área rural del país.
Se ha conocido en algunos casos, c
omo centros hospitalarios en el caso de Chocó, viven situaciones precarias y su cuerpo médico se ha visto obligado a sostener en la actualidad huelgas de hambre, reclamando por sus mínimos derechos.
Para ampliar el tema y conocer de cerca la situación que actualmente enfrentan centenares de Médicos que se encuentran realizando su año rural en el país, en conversación con EDICIÓN MÉDICA,
Carolina Morales, médica egresada de la Universidad del Rosario en Bogotá, quien se encuentra en este momento haciendo su año de Servicio Social Obligatorio, en el municipio de Paya Boyacá, nos ha contado al respecto.
“Actualmente trabajo para en E.S.E. Centro De Salud Paya, municipio netamente rural, alejado de ciudades principales, su población es netamente campesina.
Por la situación de la pandemia,
nos hemos visto bastante afectados, el centro de salud en el que me encuentro laborando, es de primer nivel de atención, no cuenta con los suficientes recursos necesarios para afrontar esta pandemia.
Casos reportados en el Municipio
Frente al tema como lo ha comentado la galena,
“actualmente tenemos dos casos reportados en nuestro municipio, uno que se encontraba acá, pero fue enviado a la ciudad de Yopal Casanare, estos casos ya están recuperados, pero en el momento fueron momentos muy tediosos en el que se presentaron.
El primer caso se asignó al municipio de Yopal, e
ra una señora de edad avanzada y retornó al municipio. Vivíamos con el miedo de que en algún momento se llegara a complicar y aquí como no tenemos los recursos suficientes para brindar atención adecuada, se inició todo el cerco epidemiológico, se tomaron bastantes pruebas, de las cuales dos personas pertenecientes al Centro de Salud, el conductor y una enfermera jefe, dieron positivo”, ha descrito la Médica.
Realidad médica rural
Como lo ha descrito la facultativa, luego de reportados los casos en el mismo personal que trabaja en el centro asistencial, el problema fue mucho mayor,
tuvo que afrontar toda la situación sola, “el miedo era muy grande, ya que los elementos de protección personal que tenemos son muy limitados.
Muchas veces nos ha tocado comprarlos, por miedo al contagio, ya que dos personas de mi equipo, habían sido positivas, entonces había mucho temor. En este momento no tenemos casos positivos, ya están recuperados actualmente, aunque seguimos con miedo, porque no sabemos qué pueda pasar con la apertura”, ha agregado Morales.
Preparación médica para estas situaciones
Este año, una nueva generación de
médicos rurales tuvo que enfrentarse sin pensarlo al coronavirus, esto puede marcar alguna diferencia del resto de sus colegas, por vivir una situación a la que no imaginaron enfrentar en su periodo estudiantil. A lo que la vocera ha añadido.
“No sólo es mi caso, sino el de muchos de mis compañeros que nos graduamos en diciembre,
ninguno se imaginaba que tendríamos que pasar por esto. Cuando fui asignada a esta plaza, me di cuenta que no tengo laboratorios, electrocardiograma, básicamente no tengo nada.
En caso tal que se presentaran más casos aquí,
y algunos necesitarán hospitalización, o una unidad de Cuidado Intensivo, aquí básicamente nos toca correr con los pacientes en la ambulancia, porque acá no tenemos ni una cama de observación, ni siquiera tenemos urgencias” ha indicado.
Las dificultades no sólo se presentan por la precariedad descrita,
sino también por la topografía y las condiciones de las carreteras del país, se suman a las dificultades que ellos tienen que enfrentar a diario, tal como lo ha contado la médica.
“Si se llegara a presentar un positivo grave estado,
nos toca subirnos a la ambulancia, teniendo en cuenta que nuestro sitio de remisión más cercano, Yopal, está a tres horas, sin embargo por ser de otro departamento, no reciben a los pacientes.
El otro centro de mayor complejidad que tenemos,
es la ciudad de Sogamoso, que está a cinco horas y media. Es una cosa de las que no lo dejan dormir, pensando que podríamos hacer si llegara a pasar”, ha sido puntal la representante.
No cuentan con los elementos de bioseguridad
Como lo ha señalado la galena, “apenas inició la pandemia,
la gerencia hizo un convenio con la Alcaldía Municipal, para la compra de estos elementos, sin embargo son bastante limitados.
Los trajes no son los que muestran para la ciudad, aquí básicamente los overoles son de plástico, como de bolsa de basura tal cual. También como es una zona tan rural, hay que subir montañas, caminar para tomar las muestras, y debido a lo que pasó con mis compañeros, yo me vi en la tarea de comprar mis propias caretas, respirador, los N95 certificados, para poder por lo menos estar más segura”, ha afirmado.
Abandono del Estado
Al ver el panorama que describe esta representante de los médicos, le
preguntamos si ella cree que hay abandono por parte del Estado para la salud en las zonas rurales, a lo que ha afirmado.
“El abandono hacia estos municipios, se ve desde el comienzo, el solo hecho de las vías, están muy deterioradas y eso sumado a que es una zona muy boscosa. Además los equipos con los que cuentan en el centro de salud, están prácticamente para la basura, oxidados, hay que hacer mil cosas para intentar que funcionen.
Si alguien que estuviera en la ciudad y viera el estado de estos puestos de salud, quedaría con la boca abierta, el Gobierno lo tienen olvidado, yo creo que nunca han venido a ver qué es lo que necesitan, cómo está la población. Estamos tan lejos, que uno se siente olvidado del gobierno.
Presiones o señalamientos como médico rural
Otro de los temas más sonados en pandemia, pero ¿s
erá que en el área rural también se vive el mismo panorama? a lo que la facultativa ha respondido.
“Yo pensé que no se iba a presentar, pero justamente
al comienzo hacia mediados de mayo, nos dejaron un panfleto en la puerta de la casa donde vivíamos con la enfermera, que decía: “lárguense, perras contaminadas”, lo dejaron mientras dormíamos.
Como aquí no hay periódico,
ni emisora, nos enteramos en los grupos de WhatsApp que decían: no vayan al puesto de salud, porque allá están contaminados, no les vendan nada. Debido a esto nos vimos afectados. No nos vendían alimentos, ni almuerzos, fue algo muy difícil, yo pensaba que aquí no tendríamos que pasar la discriminación al gremio médico, pero eso es en todo lado” ha indicado.
¿Entonces
corren peligro los médicos rurales en el país? en lo que ha sido enfática la representante del gremio, “Claro que sí, yo lo viví, no nos sentimos ni apoyados por la población, ni por él por el gobierno.
Lo más gratificante de ser médico rural
Son muchas dificultades como lo ha descrito Carolina,
pero también son muchos los momentos positivos que deja la experiencia, “lo mejor es la experiencia, uno se da cuenta de lo poco que tiene, como ingeniárselas con lo poco para intentar ayudar a que su paciente se sienta un poco mejor, entonces creo que esa experiencia no me la va a dejar ningún otro sitio en la ciudad, sino aquí, en un pueblo tan alejado con tampoco a la mano”.
Seguro esta pandemia,
puede ser un punto de partida para que haya un cambio en los programas académicos de pregrado de Medicina, a lo que ha apuntado la integrante del cuerpo médico.
“Eso depende de cada academia, pero en esta situación muchos nos dimos cuenta que no estábamos preparados para esta sorpresa, para darse cuenta de que la vida uno le cambia de la noche a la mañana.
La generación de médicos,
que en este momento están enfrentando la pandemia desde el rural, están adquiriendo herramientas diferentes al resto de los colegas, a lo que la médica rural ha comentado.
“Yo siento que todos los que estamos en este momento en esta situación, vamos a salir sin miedo a nada y con ganas de todo. El solo hecho de aislarse de familia, en mi caso, mis papas están en Sogamoso, que es mi centro de remisión, yo sólo los puedo ver de paso en la ambulancia, por la ventana, eso es muy duro. Entonces son todas esas cosas que lo llenan de fuerzas, de ganas de intentar de cambiar un poco a esta sociedad” ha finalizado la portavoz.