Edición Médica

Jimmy Castañeda Castañeda, director médico de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog).

Melba Lucía Murillo. Bogotá
Que se lleve a cabo o no la Reforma al Sistema de Salud realmente no es el principal motivo de preocupación para la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog). Para los profesionales de esta especialidad médica, lo que verdaderamente genera alarma es el cierre de salas de parto en varias ciudades del país, una situación que ha escalado especialmente durante diciembre de 2024.
 
De ese modo, Jimmy Castañeda Castañeda, director de Educación de Fecolsog, ha hecho un llamado al Gobierno Nacional y a las instituciones de salud para establecer mesas técnicas junto a los profesionales de Obstetricia y Ginecología con el objetivo de encontrar soluciones. En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, ha enfatizado que, "esta es una problemática que cada día toma más fuerza y lo peor es que nadie la detiene. Pareciera no importa que se sigan cerrando las salas de parto".
 
El especialista ha explicado que la principal preocupación trasciende el ámbito laboral, pues está en juego la vida de los bebés que están por nacer y de las madres gestantes. “Sabemos que este es un problema estructural que crece cada vez más, principalmente en clínicas y hospitales. Sin embargo, se tiene que hacer algo. Ya se cerraron salas de parto en regiones como Antioquia, Tolima, Valle del Cauca, Bolívar, Cesar y Bogotá, y hasta la fecha el Gobierno Nacional no se ha pronunciado sobre esta situación”, ha aseverado.
 
Castañeda ha destacado que esta problemática refleja una crisis estructural en la atención de los partos dentro del sistema de salud colombiano. “Es como si no se valorara la atención de este servicio médico por parte de las Empresas Promotoras de Salud (EPS), lo que hace que las IPS tengan que tomar medidas de cierres de las salas de parto por dificultades financieras, principalmente de las clínicas privadas”, ha agregado.
 
Además, Castañeda ha advertido que lo más crítico es que la mayoría de estos cierres se dieron en diciembre, lo que significa que para 2025 habrá menos salas disponibles, exacerbando una crisis de atención. "Ya estamos evidenciando represamientos en las salas que aún funcionan. Esto va en detrimento de la seguridad y calidad de la atención, violando incluso lo dispuesto en la Ley de Parto, que garantiza una atención digna y humanizada", ha puntualizado.
 
Finalmente, el director médico ha reiterado que esta situación no solo pone en riesgo la vida de las madres gestantes y sus bebés, sino también la estabilidad laboral de los profesionales del área. “Se han reducido las plazas de trabajo, pero lo más preocupante es el impacto directo en la vida de cientos de mujeres gestantes”, ha concluido.
 
El dato
 
Entre las instituciones que han cerrado sus salas de parto se encuentran el Hospital San Vicente de Paúl de Antioquia, el Hospital San Ignacio de Bogotá y el Hospital Santa Cruz de Bocagrande de Bolívar. También se suman las clínicas Cartagena del Mar y Crecer en Bolívar, Los Rosales en Risaralda, Buenos Aires y Santo Tomás en Cesar, y varias instituciones en Tolima, según ha informado la Fecolsog.

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