Personal de salud afronta desesperanza e inestabilidad emocional
Inea habla de la insatisfacción laboral y la frustración del talento humano de primera línea
Diana María Álvarez Amariles, coordinadora de procesos del Instituto de Neurociencias Aplicadas (Inea).
|
Melba Lucía Murillo. Bogotá
En Colombia, la pandemia provocada por el COVID-19 no sólo ha afectado a quienes lo han padecido sino también aquellos profesionales que día a día han tenido que luchar contra el virus y la muerte,
tratando de salvarle la vida a las personas que se han infectado. El talento humano ha afrontado sentimientos de tristeza, frustración, soledad, angustia, desesperanza e inestabilidad emocional.
A esas emociones se suman los conflictos laborales, aquellos que están relacionados con la mala remuneración, la contratación y las largas jornadas que han tenido que afrontar en esta pandemia y para hablar sobre ello, EDICIÓN MÉDICA ha entrevistado a
Diana María Álvarez Amariles, neuropsicóloga y coordinadora de procesos del Instituto de Neurociencias Aplicadas (INEA) quien ha dicho: quien ha dicho: “Todos han tenido que luchar y no sólo para salvaguardas sus vidas sino también la de los pacientes COVID-19 y lo peor es que en muchas ocasiones han terminado con sentimientos de desesperación y frustración”.
Álvarez ha reiterado que:
“por un lado, porque el personal de primera línea ha manejado turnos muy extensos, hasta de 24 horas y por otro lado, porque han afrontado una tarea muy compleja, la de tratar de salvarle la vida a quienes llegan a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y que no siempre se logra. En muchos casos se crea una desesperanza aprendida, porque aunque traten de darlo todo y emplear todos los equipos, hay casos en que pierden esa batalla y es más triste, cuando la familia del paciente culpa al personal de salud”.
La profesional no sólo ha hecho un análisis de los procesos psicológicos que afrontan médicos, enfermeras, auxiliares y personal administrativo, también ha hablado de aquellos sentimientos de desesperanza que les ha generado la parte laboral, por esta razón ella expresa: “el gobierno debe crear espacios que conlleven a mejorar el proceso de contratación, porque para nadie es un secreto que ni las EPS ni las IPS pagan bien y los contratos no cumplen con los requisitos de ley, además no hay equidad en el pago a los profesionales ni al personal administrativo”.
A esas recargas laborales y sentimientos de insatisfacción
se suma la adaptación que tanto paciente como profesional han tenido que afrontar a la telemedicina, que como lo manifiesta Álvarez: “Se ha creado un desbalance sicológico y emocional, por el abandono al contacto directo con el paciente y más aún para que entienda su estado de salud. Este es un proceso agotador y eso ha recargado el trabajo, porque no sólo es la comunicación con el paciente sino que también está todo el trámite de documentación e historia clínica, además los horarios se han extendidos, porque se suele emplear más tiempo del normal”.
Es por esta razón que la profesional en Psicología aconseja que todas las instituciones,
principalmente las de salud deberían a nivel interno contar con espacios de contención emocional y mucho más para que sean empleados por los profesionales que están en el área de atención de primera línea, es decir, pacientes COVID-19, para que se desahoguen y se ayuden a retroalimentar su función profesional y a revisar cómo podrían mejorar su estado emocional.
Insatisfacción laboral
El mejoramiento de la parte laboral del sector salud no es sólo una solicitud de profesionales que conforman un área específica, es una petición que está haciendo todo el talento humano del país, para que sean mejoradas las condiciones y se dignifique su profesión en todos los hospitales y clínicas, por tal razón ahora que se ha dado el paro y las manifestaciones, el Colegio Colombiano de Psicólogos emitió un comunicado por el malestar social que hoy se vive.
Lea el comunicado compteo aquí
A continuación se detalla
un resumen de algunos puntos de este pronunciamiento: Es prioritario hacer un abordaje que ponga en evidencia las brechas de atención en salud y las dificultades de convivencia social que ha generado la pandemia, la situación de desempleo y escasez de recursos y la lucha violenta por el control del territorio en diversas zonas del país.
El colegio
ofrece su servicio profesional para acompañar a través de los capítulos regionales el proceso de mediación, conciliación y construcción de convivencia que requiere para establecer confianza y legitimidad en el proceso. Además, que se reconozca la movilización ciudadana desde el respeto por las diferencias para evitar la estigmatización, señalamiento y violaciones de derechos humanos hacia las personas que participan y lideran estos procesos sociales.
El escrito concluye haciendo un llamado para que se promuevan acciones que comuniquen mensajes conciliadores, a través de los discursos orales y de los mensajes en las redes sociales, pero recordando que comunicamos con todas nuestras acciones. Es necesario actuar solidariamente y prevenir las agresiones, la segregación y la exclusión social.