Edición Médica

Camilo Espinosa, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad El Bosque.

Melba Lucía Murillo. Bogotá
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) en Colombia son una necesidad. Según ha indicado el último reporte del Instituto de Medicina Legal, hasta agosto de 2024 se han presentado 1.942 casos de suicidio y el mayor número se registra en la población joven entre los 18 y 28 años.
 
EDICIÓN MÉDICA ha dialogado con Camilo Espinosa, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad El Bosque, quien ha explicado que “cuando se detecta el problema en una persona a tiempo se le puede prestar los primeros auxilios psicológicos, que son llamados PAP”. Según ha indicado experto en Psicología “estos pueden ser la diferencia para evitar el suicidio y de esta manera la persona pueda tener acceso a la ayuda que necesita para salir de esa crisis”.
 
Para que ese proceso llegue a ejecutarse, Espinosa ha hecho énfasis en la necesidad de “adelantar un proceso de preparación”. De acuerdo con el especialista, en Colombia es posible evitar que las cifras de suicidio sigan en aumento, esto con la ayuda de los brigadistas emocionales, “es decir, quienes reciben entrenamiento profesional en primero auxilios psicológicos en escenarios como las instituciones educativas y en las empresas”.
 
Según ha precisado la Organización Mundial de la Salud, cada año, más de 703 mil personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a 1 muerte cada 40 segundos. El suicidio es uno de los factores más importantes de morbilidad en jóvenes, ocupando la segunda causa de muerte en el mundo. En colegios y universidades los índices de personas que han intentado quitarse la vida son altos.
 
Espinosa también ha recalcado que, dentro de las poblaciones más vulnerables que se encuentran en el índice de suicidios están los trabajadores de la Salud mental, Enfermería Psiquiatría, y quienes están en proceso de formación. “Pese a que somos profesionales de salud mental, nos son ajenos a tener problemas emocionales y personales en la vida. El hecho de trabajar con personas que sufren problemas emocionales sí afecta a los profesionales, porque se desgasta la salud mental de quienes manejan estos temas”, ha agregado.
 
Para el caso de los profesionales de la Salud, el crítico aumento en los intentos de suicidio “en cierta medida se debe a que el modelo de preparación de los profesionales, el cual ha generado la ocurrencia de algunos casos. Aunque se ha venido mejorando ese modelo, en la historia hay grandes secuelas, por los métodos de enseñanza no muy válidos en la parte emocional, es decir, que se pueden formar médicos, pero sin ese maltrato que han liderado supervisores y médicos, quienes terminan lastimando a los estudiantes”, ha expresado el especialista.
 
La importancia del brigadista
 
El docente de la Facultad de Psicología ha remarcado que es “muy importante prestar los primeros auxilios, porque las crisis emocionales pueden ocurrir en cualquier contexto, y por consiguiente esos PAP pueden ser implementados en donde se presente la crisis emocional. De esta manera, los primeros en prestar ese auxilio serían las personas que se encuentran en el lugar donde ocurre una crisis y eso podría ser por policías, bomberos, paramédicos, profesores, personal administrativo, personal de atención al cliente”.
   
El docente en Psicología también es claro al decir que “ese trabajo de brigadista emocional se hace en el momento en el que el paciente está en crisis y está pasando por momentos difíciles, es decir, cuando trata de quitarse la vida o de hacerse daño, es allí cuando se tiene que actuar para que no lo haga. Luego la labor es diferente, porque las personas que tengan un trastorno siquiátrico mayor, se adelantan terapias específicas para cada situación. Terapia del equipo conductual que sirve para pacientes que han tenido múltiples intentos, terapias sicológicas de situación de compromiso para pacientes con esquizofrenia, trastornos sicóticos y terapias familiar y de pareja”.
 
“La crisis emocional de una persona puede llegar a ser tan intensa que termina contagiando a otras personas que se encuentren cerca. Se ha demostrado que los suicidios funcionan como un fenómeno epidemiológico, donde un caso de suicidio consumado desencadena otros casos vulnerables. Así que el brigadista emocional que implementa PAP, y acompaña de manera exitosa la crisis emocional de alguien que lo necesite; no solo está protegiendo a la persona, sino que también previene que se generen problemas emocionales en otros”, ha concluido el docente.
 
El dato
 
Las cifras oficiales de Medicina Legal han evidenciado que, hasta agosto de 2024, se presentó un total de 1.942 casos de suicidio, lo cual representa un promedio de 7.95 casos diarios, siendo enero el mes en el que más se registraron casos, con un total de 275. De estos 183 casos de 2024 son de menores de edad.

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