ESTABLECER PAUTAS
SCP y ACIN emiten recomendaciones sobre vacunación contra VPH con énfasis en menores de 18 años
Un consenso de expertos ha conformado un grupo de estudio para establecer pautas al respecto en la población infantil
Martes, 26 de septiembre de 2023, a las 13:49
En Colombia, se ha iniciado la vacunación contra VPH en niñas desde agosto de 2012.
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Redacción. Bogotá
La Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP) representada en su comité de infectología y vacunas y la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN) representada en su
comité de vacunas y de infectología pediátrica han emitido recomendaciones frente a las vacunas contra el VPH que han sido avaladas por la Liga Colombiana contra el Cáncer.
A través de un grupo de estudio y análisis de las vacunas disponibles, el grupo de expertos ha dispuesto
establecer pautas al respecto en la población infantil, a través de la metodología de consenso de expertos.
Cabe mencionar que, el VPH es la infección de transmisión sexual viral más común, con múltiples vías de adquisición convirtiéndolo en un patógeno exitoso. Afecta tanto a hombres como a mujeres con diferentes manifestaciones clínicas. En las mujeres ocupa el primer lugar como
agente causal de cáncer cervical o de cuello uterino con un 82 por ciento de los casos relacionados.
En ambos sexos, el VPH ha contribuido al desarrollo de lesiones precancerosas que
pueden progresar a cáncer del área anogenital (90 por ciento de casos relacionados), verrugas anogenitales y papilomatosis laríngea (90 por ciento), así como también, a cáncer de cabeza/cuello (85 por ciento) y pene (hasta un 60 por ciento).
Desde 1970 se describe su potencial oncogénico y su alta prevalencia.
Hasta un 80 por ciento de la población está en riesgo de contraer la infección en el transcurso de la vida con uno o más de los diferentes tipos de virus existentes de VPH genital, con un pico de incidencia en jóvenes sexualmente activos menores de 25 años.
De acuerdo con los gremios, se han descrito al menos 150 tipos de VPH, algunos de ellos clasificados de alto riesgo pues su persistencia causa cáncer, siendo los más frecuentes el VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 68. Dentro de estos el
VPH 16 y 18 son responsables del 70-80 por ciento del cáncer cervical.
En ese sentido, los gremios médicos han remarcado que, la vacunación contra VPH es una de las estrategias más importantes en la prevención del cáncer de cuello uterino en niñas y niños menores de 18 años, idealmente antes del inicio de la vida sexual activa dado que
es la edad donde se ha demostrado mayor efectividad de la vacuna.
No obstante, la aplicación de la vacuna también es importante en hombres y mujeres mayores de 18 años (independiente si han tenido vida sexual activa)
sin requerimiento de prueba de genotipificación previa a la inmunización, ya que previene otros tipos de cáncer que afectan ambos géneros (orolingual, pene, ano y recto) y la coinfección por otros tipos de VPH.
Las vacunas disponibles contra el VPH tienen excelentes perfiles de seguridad y son altamente efectivas, inmunogénicas y con duración de la inmunidad a largo plazo.
No se ha demostrado potencial oncogénico ni autoinmunitario y los eventos adversos relacionados a la vacuna más frecuentes son el dolor en el sitio de aplicación, cefalea, náuseas y síncope, con una incidencia similar a los reportados en el grupo placebo.
En Colombia, se ha iniciado la vacunación contra VPH en niñas desde agosto de 2012; en el 2021
se hizo un ajuste en número de dosis y cobertura desde los 9 años hasta los 18 años y desde el 1 de octubre de 2023 se iniciará la vacunación de género neutro con una sola dosis para niñas entre 9 a 18 años y niños de 9 años.
De ese modo, tanto la SCP y la ACIN han emitido las siguientes recomendaciones para la prevención del cáncer del cuello uterino y otras neoplasias y enfermedades relacionadas con el VPH tanto en mujeres como en hombres:
1. Garantizar la vacunación con al menos una dosis de vacuna contra VPH, como estrategia de género neutro vacunando tanto niños y niñas menores de 18 años.
2. Garantizar la vacunación en pacientes con inmunocompromiso o aquellos que viven con Infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en esquema mínimo de 2 dosis, con diferencia interdosis mayor a 6 meses; y cuando sea posible con 3 dosis independiente de su edad.
3. Actualizar el esquema de vacunación contra VPH con mínimo 1 dosis de la vacuna en adolescentes y adultos jóvenes sin vacunación previa, de acuerdo con su grupo etario o condición de inmunosupresión e independientemente del reporte de inicio de actividad sexual previa.
4. Asegurar que haya oportunidades de vacunación y puesta al día no solo en el ámbito clínico sino en centros educativos y en jornadas de vacunación.
5. Asegurar una estrategia de comunicación asertiva sobre los beneficios de la vacunación, su seguridad y eficacia, así como continuar las citas de detección de cáncer de cuello uterino independientemente del estado de vacunación.
6. Si se desea ofrecer un beneficio adicional con la vacuna nonavalente a un paciente previamente inmunizado con vacuna bivalente o tetravalente contra VPH, se sugiere una única dosis de esta vacuna, ya que no requiere reiniciar todo el esquema.
7. Se recomienda vacunar contra VPH con 2 dosis (0 a 6m-24m) de la vacuna disponible a los hombres y mujeres mayores de 18 años sin inmunocompromiso, especialmente aquellos hombres que tengan sexo con hombres.
8. Se recomienda posterior a la administración de la vacuna contra VPH en adolescentes y adultos jóvenes, mantener el paciente sentado y bajo observación
durante 15 minutos.
9. En el mercado privado en el momento sólo se encuentra disponible la vacuna nonavalente, se recomienda también un esquema mínimo de una dosis, manteniendo en forma alterna el esquema de dos dosis con un intervalo mínimo de 6 meses entre ellas (0 y 6 meses), estrategia que asegura un impacto tanto para neoplasias relacionadas con VPH como para verrugas anogenitales.
Finalmente, en el comunicado de ambas entidades se ha hecho énfasis en que las recomendaciones actuales están sujetas a cambios, de acuerdo a la aparición de nueva evidencia científica, por lo tanto, la toma de decisiones con respecto a la
vacunación debe ser dinámica y oportuna.