REFORZAR SEGURIDAD
Sociedades científicas solicitan regulación urgente en la dispensación de medicamentos tras mala praxis en una menor
Tras el fallecimiento por un medicamento mal administrado a una bebé en Valledupar, los gremios resaltan la necesidad de leyes más estrictas para evitar usos indebidos
Miércoles, 27 de noviembre de 2024, a las 10:36
El empirismo farmacéutico sigue siendo un problema estructural en el sistema de salud colombiano.
|
Redacción. Bogotá
En respuesta a un trágico caso ocurrido en Valledupar, donde una bebé de un año y dos meses falleció presuntamente debido a la administración inadecuada de un medicamento sin fórmula médica, las sociedades científicas de Colombia han hecho un llamado urgente para
reforzar la seguridad en el uso de medicamentos. Los gremios han enfatizado que este suceso ha puesto de manifiesto la urgencia de tomar medidas decisivas para prevenir riesgos asociados con el uso no autorizado o indebido de medicamentos en el país.
En su comunicado, las sociedades científicas del país, a través de Derechos de Petición al Ministerio de Salud y Protección Social, han manifestado su preocupación por permitir que personas sin formación adecuada ejerzan tareas clave en el manejo de medicamentos, específicamente en lo que se refiere a la dirección técnica de establecimientos farmacéuticos. Esto implica que el personal encargado de entregar y administrar medicamentos lo haga de forma
empírica (sin una formación profesional formal), lo que puede resultar en el
uso inapropiado de los medicamentos resultando en
consecuencias fatales.
Está a situación va en contra de las
normas sanitarias vigentes en Colombia, que están diseñadas para asegurar que los pacientes reciban atención médica de
calidad y seguridad. Según las sociedades científicas, esta falta de profesionalización y control en la administración de medicamentos compromete la salud de los pacientes y no cumple con los estándares que deben garantizar su bienestar.
Asimismo, han hecho hincapié en que, el caso de la bebé fallecida evidencia una práctica recurrente en algunos establecimientos farmacéuticos, por lo que insisten en que las
normas sanitarias vigentes deben dirigirse también a regular el ejercicio de la profesión farmacéutica; el cual debe estar a cargo de profesionales debidamente capacitados.
El
empirismo en el manejo de medicamentos sigue siendo un problema estructural en el sistema de salud colombiano. “La OMS ha resaltado repetidamente como un grave problema de Seguridad del Paciente y Salud Pública, el uso inadecuado de los medicamentos y la ocurrencia de errores de medicación, que cobra anualmente millones de vidas humanas”, han agregado.
El fenómeno de la automedicación en Colombia
El fenómeno de la
autoprescripción es otro
desafío significativo y en Colombia, un problema de salud pública que ha sido documentado por varios estudios académicos, entre los que se incluyen investigaciones realizadas por la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia, el Observatorio del Comportamiento de la Automedicación, la Corporación Universitaria Minuto de Dios y la Universidad Cooperativa de Colombia.
Este fenómeno también refleja un
problema estructural en la forma en que los
medicamentos son dispensados ??y recomendados, especialmente en los establecimientos farmacéuticos, contribuyendo a fenómenos graves de salud pública, como la
resistencia antimicrobiana, por un uso incorrecto o excesivo de antibióticos u otros medicamentos, lo que hace que las infecciones sean más difíciles de tratar en el futuro.
Los gremios científicos han reiterado su petición a las autoridades sanitarias de aplicar urgentemente la normativa que elimine el empirismo en el talento humano en salud, conforme a lo establecido por la
Ley 1164 de 2007, la cual contempla un plazo de tres años para verificar su cumplimiento. Específicamente, se requiere su implementación en la Dirección Técnica y en el ejercicio profesional dentro de los establecimientos farmacéuticos. Además, es esencial revisar el modelo de operación de los establecimientos que dispensan y, en algunos casos, administran medicamentos, bajo un marco normativo que garantiza su supervisión y monitoreo adecuado.
En este sentido, se han referido a la importancia del
Artículo 23 de la Ley 2386 de 2024, el cual establece directrices claras para fomentar el uso adecuado de medicamentos y asegurar la seguridad del paciente en todas las etapas de la cadena terapéutica. Esta normativa, que debe ser implementada con eficacia, subraya la importancia de realizar actividades enfocadas en la prescripción, dispensación, uso ambulatorio y hospitalario, así como la correcta disposición de los productos farmacéuticos.
Propuestas urgentes para garantizar la seguridad del paciente
En este contexto, las sociedades científicas y académicas proponen una serie de acciones prioritarias para mejorar la seguridad en la dispensación de medicamentos:
1. Implementación urgente del Artículo 23 de la Ley 2386 de 2024, que establece medidas para garantizar el uso adecuado de medicamentos en todas las etapas de la atención sanitaria.
2. Cumplimiento de la Ley 1164 de 2007 que prohíbe el empirismo en el Talento Humano en Salud, específicamente en la dirección técnica de los establecimientos farmacéuticos.
3. Fortalecimiento de la inspección, vigilancia y control en establecimientos farmacéuticos para asegurar que se cumplan los estándares legales y operativos.
4. Implementación de un modelo de farmacia comunitaria que promueva la participación de los farmacéuticos en la atención primaria de salud y en la educación sobre el uso seguro y racional de medicamentos.
5. Campañas de sensibilización sobre automedicación y autoprescripción, dirigidas a la población general y las poblaciones vulnerables, para reducir los riesgos asociados a la prescripción no autorizada.
Por último, las sociedades científicas han reafirmado su compromiso con la promoción de un uso
seguro y racional de los medicamentos, subrayando la importancia de una
gestión profesional y
acreditada en la dispensación y administración de fármacos. Este compromiso se extiende a colaborar con las autoridades para crear un sistema de salud más seguro y eficiente, alineado con las normativas vigentes y las necesidades de la población.