Edición Médica

Los ictus pueden llegar a causar casi 10 millones de muertes al año para 2050.

Redacción. Bogotá
El 29 de octubre se ha conmemorado el Día Mundial del Ictus o accidentes cerebrovasculares, una iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar a toda la población sobre la necesidad de actual de identificar oportunamente los principales síntomas de esta enfermedad que, de acuerdo con el Global Health Observatory, continúa siendo la segunda causa de mortalidad y la tercera causa de discapacidad a nivel mundial, con una incidencia y prevalencia mayor en mujeres.
 
Cabe mencionar que, el riesgo de un ictus aumenta por la presión arterial alta, la edad avanzada, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol alto, la enfermedad cardíaca, la aterosclerosis y antecedentes familiares de haber padecido ictus, según ha advertido el Instituto Nacional de Cáncer.
 
No obstante, un reciente estudio publicado en The Lancet Neurology ha remarcado que, de no tomarse las medidas preventivas necesarias, los ictus pueden llegar a causar casi 10 millones de muertes al año para 2050, sobre todo en países de menores ingresos, ya que, la atención de la enfermedad representa un coste global de unos 2,3 billones de dólares al año.
 
Asimismo, un análisis epidemiológico llevado a cabo por una comisión formada por New World Stroke Organization y Lancet Neurology, ha proyectado que los decesos por infartos cerebrales aumentarán casi un 50 por ciento en el periodo, de 6,6 millones en 2020 a 9,7 millones en 2050, con una brecha cada vez mayor entre los países de ingresos bajos y medianos (PIBM) y los países de ingresos altos (PIA).
 
Tras la incidencia de la pandemia por COVID-19 en Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud) ha identificado que, el accidente cerebrovascular se reportó dentro de las primeras cinco causas de mortalidad en el país, ocasionando 32 muertes por cada 100.000 habitantes en el año 2019, lo que representó 15.882 muertes a causa de esta enfermedad; considerada de alto riesgo frente a la COVID-19.
 
El accidente cerebrovascular se produce porque se interrumpe el flujo de sangre hacia el cerebro, este pierde su suministro de oxígeno y nutrientes, y ello produce en el tejido cerebral un daño. Entre los síntomas más comunes esta la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas consisten en confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice; dolor de cabeza intenso de causa desconocida; y debilidad o pérdida de conciencia.
 
Desde la cartera de Salud se ha precisado que, la identificación y tratamiento de estos riesgos pueden reducir la posibilidad de un primer ACV o de un ACV recurrente, prevenir la morbilidad y la mortalidad a largo plazo después de sufrir esta enfermedad.
 
Este 2023, se ha establecido que el lema del Día Mundial del Ictus como: "¡Prevén y Actúa!", resaltando la importancia de la prevención y la intervención temprana. Uno de los pilares fundamentales para evitar el ictus es la comprensión de los factores de riesgo y la adopción de medidas para reducirlos.
 
El dato
 
Según ha señalado la Sociedad Colombiana de Cardiología y cirugía cardiovascular, el ACV también es una desafortunada complicación en los procedimientos cardiovasculares. Pese a que su frecuencia ha venido disminuyendo desde un 6 por ciento a finales del siglo pasado a poco menos del 1 por ciento en la última década, la mortalidad sigue siendo alta en este escenario en un 28 por ciento.
 
Además, se ha descrito la ocurrencia del ACV en diversos procedimientos tales como reemplazos valvulares y resección de tumores (mixomas); sin embargo, son la revascularización miocárdica (RVM) y le angioplastia percutánea los procedimientos de mayor riesgo (quizá por ser los que se realizan con más frecuencia).

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