Alianza por la Salud y la Vida hace un llamado de advertencia al Gobierno por aumento de casos de COVID-19
Son 150 organizaciones entre comunidad científica, académica, gremial, que se unen para ser escuchados ante la actual situación que viven los profesionales de la salud
Román Vega, científico, investigador y profesor de la Universidad Javeriana.
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Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
La comunidad científica, académica, gremial y otras organizaciones del sector salud, han decidido unirse a través de la Alianza por la Salud y La Vida, que reúne a más de 150 organizaciones e instituciones,
para enviar alertas y poder ser escuchados por el Gobierno Nacional acerca de la situación que se vive actualmente en el país por la pandemia y en la que uno de los sectores más afectados ha sido el de la salud y sus trabajadores.
En uno de sus comunicados,
han indicado que la sobreocupación del 200 y 300 por ciento de los servicios de urgencias en las principales ciudades del país continúa invariable y sin solución limitando la capacidad de respuesta ante un evento de múltiples víctimas, mientras en el reducido talento humano se aumenta el agotamiento, la ansiedad, la depresión y el estrés físico, emocional y mental.
Asimismo,
han asegurado que es urgente cambiar la estrategia nacional pandemia por SARS-CoV-2 y poner un alto a la creciente mortalidad. En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Román Vega, científico, investigador y profesor de la Universidad Javeriana miembro de la Alianza por la Salud y la Vida, ha explicado que “ante la situación gravísima del crecimiento de contagios en el país y el colapso del sistema de salud en varias ciudades de Colombia, toda la comunidad científica del país a través de las sociedades científicas y gremios de profesionales de salud, la academia y otras organizaciones de la salud tomamos la decisión de unirnos en un hecho histórico en el país, para buscar medidas claras para ayudar al pueblo y ayudar al personal de salud a descansar un poco de la fatiga, estrés y salud mental que han tenido que enfrentar durante todo este tiempo”.
Vega ha solicitado al Gobierno Nacional que “
se revoque la resolución 777, que busca acelerar el proceso de apertura económica en las áreas donde todavía la economía no estaba funcionando, especialmente aquellas actividades que genera grandes aglomeraciones como, por ejemplo, asistencia a cinemas, las actividades deportivas, restaurantes, esparcimiento nocturno, entre otras. Esa resolución tiene el inconveniente de que fue emitida en medio de un pico de la pandemia y medidas sanitarias poco efectivas para controlarla, van a agravar la situación que vive actualmente el país. La resolución usa un índice de resiliencia epidemiológica municipal para orientar el proceso de apertura por territorios, que no tiene ninguna consistencia científica, tanto lo hemos exaltado en detalle y los elementos que incluye y las operaciones, así como los supuestos de los que parte no son adecuados a la realidad Colombia”.
Por ello, Vega ha expresado que “
nosotros hemos dicho que el índice de resiliencia epidemiológica no es ningún instrumento científico para conducir el proceso de apertura económica. En segundo lugar, insistimos en que la resolución carece de medidas adicionales para controlar la circulación del virus a nivel nacional, en la realidad el virus camina más rápido que las medidas que ha buscado el Gobierno”.
La alianza también ha destacado que
Colombia sigue muy lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño con la vacunación contra la COVID-19. Tan solo se han logrado suministrar 24 dosis por cada 100 personas y 3.800.204 personas en todo el país han recibido su esquema completo de las de dos dosis, lo cual corresponde a una cobertura de 7,54 por ciento.
“La vacunación en Colombia es muy baja, la tasa de vacunación concreta es más o menos del 7 por ciento, mientras ya hay países en el mundo que
incluso tienen más del 60 por ciento de cobertura completa de vacunación y la vacunación con primera dosis está alrededor del 17 al 18 por ciento, eso es muy grave para in país como Colombia, que además carece de otras medidas efectivas como, por ejemplo, la aplicación de pruebas. Sabemos que hay un proceso muy lento manejado por las EPS y las instituciones de servicio responsables y los entes territoriales, que impiden que haya una aplicación de pruebas amplias, que permitan identificar los contagios con diagnósticos y seguir el proceso de rastreo, que actualmente se realiza es insuficiente”, ha agregado Vega.
El dato
Vega ha manifestado que, la gente continúa contagiándose “de personas asintomáticas o pueden ser sospechosas y no son identificados,
no son aislados con lo cual siguen contagiando a sus familias en sus domicilios o a los compañeros de trabajo o gente con la que se encuentran en las plazas públicas o calles, ese es un problema serio en el país”.