Asamblea Mundial de la Salud aprueba resolución propuesta por Colombia sobre fortificación de alimentos
La nueva resolución prevé acelerar los esfuerzos de enriquecimiento de los alimentos con micronutrientes
La resolución ha sido presentada por Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, la Unión Europea, entre otros.
|
Redacción. Bogotá
Los delegados de la 76.ª Asamblea Mundial de la Salud han adoptado la resolución sobre la aceleración de los esfuerzos para prevenir las deficiencias de micronutrientes
mediante el enriquecimiento de alimentos seguro y eficaz. En ese sentido, la resolución ha instado a los Estados miembros a tomar decisiones sobre el enriquecimiento de alimentos con micronutrientes y suplementos y a considerar formas de fortalecer los mecanismos de financiación y seguimiento.
Según ha resaltado la OMS, las
deficiencias en el estado de vitaminas y minerales, particularmente de folato, hierro, vitamina A y zinc, afectan al 50 por ciento de todos los niños en edad preescolar y al 67 por ciento de todas las mujeres en edad reproductiva (ERM) en todo el mundo. Las deficiencias de micronutrientes pueden tener consecuencias graves, como la espina bífida y otros defectos del tubo neural.
Cabe mencionar que, estas deficiencias prevenibles
también están asociadas con un mayor riesgo de ceguera, sistemas inmunológicos frágiles, disminución del ejercicio y la capacidad física. Las madres con bajo nivel de micronutrientes pueden tener bebés prematuros o con bajo peso al nacer. La deficiencia de yodo, que todavía prevalece en muchos países, afecta el desarrollo del cerebro en los niños, socavando su capacidad de aprendizaje y su eventual productividad.
De ese modo, los estados miembros han acordado que, la fortificación de alimentos a gran escala (LSFF) es parte de la solución. Al agregar vitaminas y minerales esenciales a los alimentos y condimentos básicos, como las harinas de trigo y maíz, el arroz, el aceite de cocina y la sal de acuerdo con los patrones de consumo y las
deficiencias nacionales, los países pueden corregir y prevenir aún más una deficiencia demostrada de micronutrientes.
La fortificación es una intervención basada en evidencia que contribuye a la prevención, reducción y control de las deficiencias de micronutrientes. Puede utilizarse para c
orregir una deficiencia demostrada de micronutrientes en la población general (fortificación masiva o a gran escala) o en grupos de población específicos (fortificación dirigida), como niños, mujeres embarazadas y beneficiarios de programas de protección social.
Adicional a ello, la OMS ha estado trabajando en la fortificación de alimentos durante décadas y colabora con diferentes redes para la fortificación a nivel regional, nacional y comunitario. Por ello ha recomendado la
fortificación de alimentos a gran escala como una poderosa intervención basada en evidencia y rentable para combatir las consecuencias de las deficiencias de vitaminas y minerales, incluidos los trastornos por deficiencia de yodo, la anemia y la deficiencia de hierro y los defectos del tubo neural, entre otros.
La resolución fue presentada por Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, la Unión Europea y sus 27 Estados miembros, Israel, Malasia y Paraguay.
Las organizaciones han subrayado que
la deficiencia de micronutrientes es una crisis que afecta a todas las comunidades a nivel mundial, de bajos o altos ingresos, y que todavía hay una gran agenda inconclusa sobre la fortificación de alimentos, y piden a la OMS que redoble los esfuerzos para mejorar el alcance. y la calidad de los programas de fortificación de alimentos, que tienen un gran potencial para combatir estas deficiencias prevenibles y proteger la Salud.
El dato
La resolución ha sido adoptada bajo el aval del informe de la
Década de Acción sobre Nutrición de las Naciones Unidas (2016-2025). El Decenio de la Nutrición tiene como objetivo acelerar la implementación de los compromisos de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), alcanzar los objetivos mundiales de nutrición y enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la alimentación para 2025 y contribuir a la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.