Así avanza la aplicación de la cuarta dosis contra la COVID-19 en Colombia
La cuarta dosis de refuerzo que actualmente se aplica es indicada para personas con alto riesgo y bajo prescripción médica
La cuarta dosis se aplica, exclusivamente a personas mayores de 18 años con comorbilidades: inmunosuprimidas o trasplantadas.
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Redacción. Bogotá
En días pasados la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), ha
autorizado la cuarta dosis o segundo refuerzo contra la COVID-19 en personas inmunosuprimidas, pero también en la población mayor de 50 años.
Hasta la fecha, según han registrado los datos oficiales del Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud),
alrededor de 10.590 personas han recibido la cuarta dosis de refuerzo, y otras 11.046.742 personas recibieron la tercera dosis.
No obstante, el Domingo de pascua
varias regiones no han reportado dosis aplicadas, entre ellas están Amazonas, Cartagena, Cesar, Chocó, Cundinamarca, Guainía, Guaviare, Magdalena, Santa Marta, Meta, Quindío, Risaralda, Sucre, Vaupés y Vichada.
La
vacunación contra la COVID-19 en el país registra con corte a las 23:59 del martes 19 de abril de 2022 la siguiente información:
-Dosis distribuidas: 88.558.452
-Dosis aplicadas: 82.131.143
-Vacunados primeras dosis: 35.758.585
-Vacunados segunda dosis: 28.828.149
-Vacunados monodosis: 6.405.378
-Esquemas completos una y dos dosis: 35.233.527
-Dosis de refuerzo aplicadas: 11.127.614
-Dosis de segundo refuerzo aplicadas: 11.417
-Dosis día: 68.198
-Segundas dosis día: 17.169
-Monodosis día: 4.301
Lo que sucede con los Privados
Con corte al 19 de abril, en Colombia se han reportado 1.435.709 dosis.
Las regiones con mayor de inyecciones aplicadas son Bogotá con 14.655.658, Antioquia 11.517.517 y Cundinamarca 5.050.392. A la fecha el Minsalud ha distribuido 88.558.452 dosis en todo el país. De esa cantidad hay más de ocho millones de dosis disponibles para ser aplicadas.
¿Cuál es la efectividad de la tercera y cuarta dosis?
Tras la campaña masiva de vacunación que se ha llevado a cabo a nivel mundial,
aparecieron nuevas variantes del virus en muchas partes del planeta, algunas no tan preocupantes, pero otras más contagiosas (como delta y ómicron), y fueron necesarios nuevos estudios para comprobar la eficacia de las vacunas ya creadas. A pesar de esto, la respuesta siguió siendo buena y en su inmensa mayoría se lograron evitar casos graves de la enfermedad.
No obstante,
los científicos del mundo han descubierto que con el paso del tiempo la efectividad de las vacunas se podría reducir ante las variantes, aunque con las dosis de refuerzo, especialmente en poblaciones vulnerables, la protección volvería a niveles mucho más seguros.
Para
Zulma Cucunubá, profesora del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Pontificia Universidad Javeriana,
las vacunas han tenido un excelente impacto en el contexto en que se han desarrollado.
“Esta pandemia ha causado más de seis millones de muertes en todo el mundo, según cifras oficiales. Aun así,
no es la pandemia más terrible que hemos tenido en la historia y en gran parte, es debido a todas las intervenciones científicas que hemos podido tener en tiempo real”, ha dicho la docente.
Sobre el futuro de la pandemia
Cucunubá ha tomado en cuenta dos consideraciones, con respecto al fin de la pandemia; una es biológica, y esa la ve lejana.
La docente ha afirmado que el virus y sus variantes van a seguir existiendo. La evidencia hasta el momento indica que seguirán presentándose olas de infección en el futuro. En este sentido, no se puede hablar de un final claro.
Por otro lado, se ha contemplado la segunda consideración, la administrativa. La docente ha esclarecido que es una decisión política de los gobiernos y de la Organización Mundial de la Salud. Está relacionada con
terminar la fase aguda del manejo de la emergencia de salud pública y pasar a una etapa de planes y medidas sostenibles a largo plazo, con información clara sobre las condiciones y circunstancias en las que habría que retomar algunas medidas temporalmente por alto número de contagios o aumento en la peligrosidad de la enfermedad.