Edición Médica

Jorge Iván Posada, fiscal de Asmedas Antioquia.

Redacción. Bogotá
Nuevamente en Antioquia se ha decretado alerta roja hospitalaria, debido a la manifestación de otro pico de contagios COVID-19 en el territorio. De ese modo, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, ha establecido esta medida, para evidenciar la creciente presión que se manifiesta en todos los servicios de salud.
 
Según ha indicado el gobernador, este panorama se debe, principalmente, a la ocupación en las Unidades de Cuidado Intensivos la cual registra un 92 por ciento. Cabe mencionar que, en Antioquia su tendencia se ha mantenido en aumento, no obstante, hay otra preocupación para el sector médico, la disposición de mayores recursos y personal para atender los casos graves por COVID-19.
 
“La medida de alerta roja hospitalaria tiene dos fines fundamentales; enviar un mensaje de autorresponsabilidad y dar herramientas a las IPS para avanzar en las siguientes fases de UCI en pacientes COVID-19”, ha asegurado Gaviria.
 
Pese a que la COVID-19 no es la principal causa de un colapso en las UCI, la presión en los diferentes servicios hospitalarios ha dado cuenta que, de 998 camas que están habilitadas en toda Antioquia, 918 están ocupadas.
 
Aunque la Asociación Médica Sindical Colombiana (Asmedas) seccional Antioquia comparte la decisión, en el sentido de declarar la alerta roja hospitalaria, al ser una medida importante también sigue siendo insuficiente para detener el aumento de casos COVID-19.
 
“Creemos que es una medida importante no solamente para llamar la atención de la ciudadanía en el sentido de extremar sus medidas de precaución, sino también, direccionar recursos para la atención de los pacientes con COVID-19 que requiera atención hospitalaria y muy especialmente servicios UCI”, ha manifestado Jorge Iván Posada, fiscal de Asmedas.
 
De acuerdo con Posada, esta declaratoria también deberá acompañarse con medidas de restricción en los aforos, sobre todo en lugares de alta concurrencia como los sitios nocturnos, las discotecas restaurantes y también en el sector del comercio. “Es necesario aplanar el cuarto pico de matera que la red hospitalaria pueda responder adecuadamente”, ha agregado.

Por otro lado, Posada ha resaltado que, en cuanto a los procedimientos quirúrgicos de alto riesgo “que en el post operatorio puedan requerir de una intervención en cama UCI, deberán ser cancelados y postergados a un mediano plazo, cuando se supere el pico y se pueda levantar la alerta roja hospitalaria”, ha señalado.
 
De ese modo, Posada ha explicado que todos los recursos de camas UCI podrán ser direccionados para la atención del cuarto pico de contagios, “y responder a la demanda de pacientes COVID-19. Los pacientes que entran en insuficiencia respiratoria, si no les asiste corren el riesgo de fallecer”.
 
Finalmente, el fiscal de Asmedas ha destacado la importancia de priorizar la atención de pacientes con COVID-19 grave. Para que utilicen los recursos disponibles, “llamamos la atención de toda la red hospitalaria para que, con sus planes de expansión, incrementen camas hospitalarias para pacientes con COVID-19 y camas UCI”.

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