METANAÁLISIS PROSPECTIVO
Bloqueadores del receptor de interleucina-6, un nuevo tipo de medicamento recomendado para tratar la COVID-19
Este estudio se ha posicionado como el más grande de ese tipo para tratar pacientes en estado grave o crítico
Manu Shankar-Hari, uno de los responsables de la investigación.
|
Redacción. Bogotá
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado las directrices de atención para los pacientes con COVID-19,
donde se incluye a los bloqueadores del receptor de interleucina-6, un tipo de medicamento que muestra ser eficaz para tratar a los pacientes en estado grave o crítico, sobre todo si se usan en combinación con corticosteroides.
En ese sentido, la OMS ha recalcado que se tomó la decisión
en torno a los hallazgos de un “metaanálisis prospectivo” y de una red viva que realizó el organismo. Este estudio ha recogido los datos de más de 10000 pacientes inscritos en 27 ensayos clínicos.
Asimismo,
este estudio se ha distinguido por ser el más grande de este tipo, ya que estos medicamentos han sido los primeros en mostrar eficacia para hacerle frente a la COVID-19, desde que en septiembre 2020 la OMS recomendó el uso de corticosteroides.
Cabe recordar que, los pacientes graves infectados con SARS-CoV-2 suelen presentar una reacción exagerada del sistema inmune lo que resulta ser muy perjudicial para la salud del paciente, en este sentido, los
medicamentos bloqueadores de la interleucina 6 como el tocilizumab y sarilumab, actúan para que el organismo no reaccione de esta manera.
Por otro lado, la OMS ha señalado que
el estudio demostró que administrar estos fármacos a los pacientes graves o críticos ha disminuido en un 13 por ciento la posibilidad de muerte en comparación con el tratamiento farmacológico estándar.
De implementar
su uso habría 15 decesos menos por cada 1000 pacientes que se contagien del virus y hasta 28 muertes menos por cada 1000 pacientes críticos, según ha estimado la OMS. De igual forma, las probabilidades de un paciente de ser intubado se reducen en un 28 por ciento en comparación con la atención estándar, lo que implicaría que se registren 23 pacientes menos de cada 1000 que requerirán ventilación mecánica.
Sobre los resultados del estudio
De acuerdo con los investigadores, los resultados han señalado que el riesgo de morir en un plazo de 28 días es menor en los pacientes que reciben antagonistas de la interleucina-6.
En este grupo, el riesgo de muerte es del 22 por ciento, en comparación con un riesgo supuesto del 25 por ciento en los que sólo recibieron la atención habitual. Pero Las mejoras en los resultados fueron mayores en los pacientes que también recibieron corticosteroides.
Al respecto, la jefa de Gestión Clínica de Emergencias Sanitarias de la OMS, Janet Díaz ha manifestado que, "
reunir los resultados de los ensayos realizados en todo el mundo es una de las mejores maneras de encontrar tratamientos que ayuden a más personas a sobrevivir a la COVID-19. Hemos actualizado nuestra guía de tratamiento de atención clínica para reflejar este último avance”.
Y ha agregado que, “aunque la ciencia ha dado sus frutos, ahora debemos centrar nuestra atención en el acceso. Dada la magnitud de la desigualdad mundial en materia de vacunas,
las personas de los países con ingresos más bajos serán las que corran más riesgo de contraer la COVID-19 de forma grave y crítica. Esas son las personas a las que deben llegar estos medicamentos".
Por otro lado, el profesor
Manu Shankar-Hari, responsable de la investigación ha señalado que "
los antagonistas de la interleucina-6 reducen las muertes por COVID-19, es decir, salvan vidas, y evitan la progresión a una enfermedad grave que requiere asistencia respiratoria con un ventilador".
El dato
La organización
ha publicado una expresión de interés para la precalificación de los fabricantes de bloqueadores del receptor de interleucina-6. La precalificación de productos innovadores y biosimilares tiene como objetivo ampliar la disponibilidad de productos de calidad garantizada y aumentar el acceso a través de la competencia en el mercado y reducir los precios para satisfacer las necesidades urgentes de salud pública.