Edición Médica

Julián Fernández Niño, subsecretario de Salud Pública de Bogotá.

Redacción. Bogotá
En el marco del evento "Buenas Prácticas en Vacunación contra el VPH", organizado por la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI), la Liga Colombiana Contra el Cáncer y la American Cancer Society, el subsecretario de Salud Pública de Bogotá, Julián Fernández Niño, ha destacado los esfuerzos de la capital para recuperar los índices de vacunación, tras el impacto que la pandemia tuvo entre 2020 y 2022 en el sistema de salud.
Fernández Niño ha subrayado la importancia de las alianzas estratégicas como motor para mejorar las coberturas, facilitar el acceso a las vacunas y fortalecer la confianza en ellas. “En salud, la vacunación es una estrategia que debe estar en el centro de cualquier reforma. No podemos retroceder en estos avances”, ha enfatizado.
  No obstante, la Secretaría de Salud ha confirmado que la pandemia afectó gravemente el programa ampliado de inmunizaciones (PAI), incluyendo la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), que muestra una baja sostenida en las coberturas desde hace más de una década. Pese a las dificultades, Bogotá ha impulsado iniciativas como el Plan Rescate por la Salud desde 2022, buscando recuperar los esquemas de vacunación, particularmente el VPH.
 
Los resultados comienzan a ser visibles. Entre enero y agosto de 2023, se aplicaron 17.214 dosis de la vacuna contra el VPH a niñas de 9 años, lo que representa un aumento del 45 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2022, cuando se aplicaron 11.886 dosis.
 
Asimismo, Fernández Niño ha agradecido el compromiso de la comunidad y los equipos de vacunación extramurales, quienes han sido clave en la expansión de la cobertura vacunal en la ciudad. "Nos sentimos orgullosos de lo alcanzado hasta ahora, gracias al esfuerzo coordinado con asociaciones científicas y entidades distritales", ha señalado.
Panorama del cáncer cervicouterino y avance de la erradicación del VPH
 
La vacunación contra el VPH es clave para prevenir el cáncer cervicouterino, que es la cuarta forma de cáncer más común en mujeres a nivel mundial. Este cáncer afecta especialmente a mujeres en países de ingresos bajos y medianos.
 
En 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó utilizar un esquema de vacunación de una sola dosis, lo que facilita la expansión de los programas de vacunación. Esta recomendación se extendió a la Región de las Américas en 2023 y ahora, la OMS en África también ha sugerido adoptar este esquema.
 
Existen numerosos desafíos en la eliminación del cáncer cervicouterino. En 2022, debido a limitaciones en el suministro, problemas de distribución y la pandemia de COVID-19, solo una de cada cinco adolescentes recibió la vacuna.
 
A pesar de contar con herramientas efectivas para el tamizaje y tratamiento, menos del 5 por ciento de las mujeres en muchos países de ingresos bajos y medianos se han sometido al tamizaje. Obstáculos como limitaciones en los sistemas de salud, costos, problemas logísticos y falta de voluntad política han dificultado la implementación de programas de prevención y tratamiento.
 
Estos retos han creado una gran inequidad: de las 348,000 muertes por cáncer cervicouterino en 2022, más del 90 por ciento ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos. Desde la OMS/OPS se han instado a los Gobiernos a comprometerse de nuevo con la agenda mundial, con el fin de revertir esta tendencia y prevenir que las muertes aumenten a 410,000 para 2030, como está estimado.

---