PERSONAL DE SALUD
Cerca de 1.1 billones de pesos invertirá el Conpes para mejorar la política de salud mental en Colombia
Se insta a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud para que realicen encuestas de riesgo a trabajadores de la Salud
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles.
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Melba Lucía Murillo. Bogotá
El suicidio se ha convertido en la tercera causa de muerte en Colombia, por ello el Gobierno Nacional a través del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) de Colombia ha previsto
invertir hasta el 2023, cerca de 1.1 billones de pesos con el fin de mejorar la política de salud mental en el país.
Esta problemática no ha representado solo un
riesgo detectado en la población en general, sino también del personal de la salud, debido al agotamiento, la ansiedad, el miedo al contagio y la incertidumbre hacia el futuro que ha provocado la COVID-19. La Organización Panamericana de Salud (OPS) ha instado a las entidades a hablar del tema de una manera abierta y responsable.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles ha asegurado que, “por el riesgo psicosocial que este tema genera, invito que al interior de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) se
realicen encuestas de riesgo para detectar a los trabajadores que tienen algún problema en particular y se pueda tratar a tiempo, porque existe el peligro de que los profesionales de la salud con ciertos rasgos de personalidad o trastornos mentales no diagnosticados lleguen al límite de suicidarse o desarrollen enfermedades mentales”.
El objetivo de la iniciativa lanzada el año pasado, según ha asegurado Bautista es trabajar de manera intersectorial y con intervenciones locales para reducir la incidencia de casos, “y así
prevenir los factores de riesgo de suicidio, como también el consumo de sustancias. Y es que lo más importantes es reducir el estigma y el auto estigma, que en muchos casos impide reconocer las necesidades en salud mental”.
Bautista ha enfatizado que, “el país debe trabajar en identificar adecuadamente a estos trabajadores y formar a agentes laborales, es decir
compañeros sensibles a los temas de salud mental, que puedan brindar primera ayuda psicológica cuando es necesario, orientar a los servicios de atención en salud y otros servicios sociales. Esto es clave para atender el deterioro de la salud mental disparado por la pandemia”.
En ese sentido, la funcionaria ha hecho un llamado para
seguir posicionando la salud mental como una prioridad en el país, pues ésta cumple un rol fundamental que permite al individuo relacionarse adecuadamente, trabajar y consolidar a cada uno su proyecto de vida. Reconocer y hablar de las emociones, su impacto en la vida de cada uno y favorecer la escucha de las emociones de las otras personas.
“Invitamos a los profesionales de la salud a realizar un sano auto análisis,
que les permita identificar en qué momentos están experimentando circunstancias que los desbordan cognitiva y emocionalmente, con el propósito de que tengan la valentía de pedir apoyo”, ha concluido Bautista.