COBERTURA PÚBLICA
Cerca de 100 millones de personas viven bajo el umbral de pobreza debido a gastos sanitarios
Uno de los mayores problemas de los sistemas de salud en Latinoamérica, además de la insuficiente financiación, es la ineficiencia
Martes, 21 de septiembre de 2021, a las 16:22
Juan Ignacio Barrachina, colaborador de OBS Business School.
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Redacción. Bogotá
La OBS Business School ha publicado un breve informe sobre el
estado del gasto en Salud en España y Latinoamérica, de igual forma, se ha determinado que aproximadamente 100 millones de personas viven en la pobreza a causa de los costos generados por la atención sanitaria.
El autor del
informe, Juan Ignacio Barrachina, colaborador de OBS Business School, ha señalado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce en su constitución que “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano” y ese derecho “incluye el
acceso asequible a servicios de calidad y, sin embargo, 100 millones de personas viven bajo el umbral de pobreza como consecuencia de los gastos sanitarios que deben asumir”.
De igual forma, en el informe se ha resaltado un incremento general del gasto público en salud y su rol determinante en la cobertura universal, pero para el investigador eso no parece ser una prioridad para muchos Estados, sobre todo los de renta baja. “En esos Estados,
el crecimiento económico habitualmente se ha acompañado de un incremento en el gasto público, pero no necesariamente en el área de salud pública”.
Sobre la situación de Latinoamérica
El documento ha dado cuenta de que
, la esperanza de vida en Latinoamérica y el Caribe (LAC) es de 77,4 años en mujeres y de 71,6 años en hombres. Pero es especialmente baja en Haití y Bolivia, donde también es alta la mortalidad infantil en menores de 5 años (18,6 por cada 1.000 nacidos vivos), ha advertido.
Quiere decir que, en promedio, el 86 por ciento de la población de LAC tiene acceso a saneamiento básico, y el 95 por ciento a agua potable. Muy por debajo de estas cifras se encuentran Haití (con un 35 por ciento y 65 por ciento respectivamente), Bolivia y Guatemala
. Los niveles de tabaquismo y de consumo de alcohol se encuentran por debajo del promedio de los Estados miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), así como los niveles de sobrepeso tanto en hombres como en mujeres.
Asimismo, el informe ha estipulado que los sistemas de salud en LAC son muy dispares entre sí. Los hay con una mayor cobertura pública que otros, con divisiones territoriales distintas e instituciones diferentes. Sin embargo,
es importante destacar la significativa y sistemática falta de recursos disponibles para atender las necesidades de salud de la población. Esto se traduce en una cobertura menor y de peor calidad en comparación con el promedio de la OCDE.
De acuerdo con los últimos datos disponibles hasta 2018,
Cuba ha sido el Estado de Latinoamérica con mayor gasto en salud sobrepasando el 11,2 por ciento del PIB. Le siguen Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, cuyo gasto oscila alrededor del 9 por ciento, muy por encima del promedio de LAC (6 por ciento).
Por otro lado, Perú, México, República Dominicana y Guatemala han presentado un gasto significativamente menor, alrededor del 5 por ciento de su PIB.
El caso que más llama la atención es el de Venezuela, cuyo gasto en salud es del 3,6 por ciento.
El gasto público en salud per cápita promedio de la región ha sido de aproximadamente el 59 por ciento, por lo que el 41 por ciento se basa en financiación externa, gasto de bolsillo o seguros privados. Cuba,
Colombia, Costa Rica, Argentina y Uruguay
son los cinco países con mayor proporción de gasto público.
No obstante, hay 7 países cuyo gasto público en salud no llega al 50 por ciento, siendo Guatemala, Haití y Venezuela los tres países con mayor proporción de gasto privado. En el caso de los dos últimos,
el gasto privado supera el 75 por ciento del gasto total en salud.
Según han indicado los datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el gasto de bolsillo en la región ha sido una parte importante de la financiación. Sin embargo, también
hay una gran disparidad entre los Estados. En la mayoría de los casos, se sobrepasa la media de la OCDE y 17 de los 20 países de Latinoamérica tienen un gasto de bolsillo por encima del 20 por ciento.
Por otro lado, este ha sido un problema extremadamente grave para los ciudadanos, ya que
sobrepasar esa proporción suele llevar a los usuarios a realizar gastos extremos y empobrecedores en salud. Son especialmente graves los casos como Venezuela, Guatemala y Paraguay, que alcanzan o sobrepasan el 50 por ciento, ha señalado el informe.
Al momento, uno de los problemas a los que se enfrentan los Estados de LAC es que en muchos casos
se ha producido un gasto en salud mayor que el crecimiento de la riqueza del país por lo que se establecen unos parámetros de crecimiento insostenibles a largo plazo.
El contexto de la pandemia
La falta de recursos generalizada en la región ha supuesto un reto a la hora de afrontar la pandemia, lo cual también ha derivado en dificultades a la hora de dar respuesta a la crisis sanitaria debido al bajo número promedio de personal, de camas y de camas de UCI.
Siendo el gasto de bolsillo un importante componente de la financiación de la asistencia sanitaria, la llegada del coronavirus ha supuesto una importante carga económica para muchos ciudadanos.
América Latina ha sido una de las regiones más golpeadas por la pandemia. Según los datos recogidos por la OMS,
se han registrado más de 30 millones de casos confirmados de coronavirus y alrededor de 960.000 defunciones por coronavirus en Latinoamérica desde el inicio de la pandemia.
El informe de OBS Business School ha precisado que en total la tasa de mortalidad por la COVID-19 es del 3,2 por ciento. Sin embargo, México, Ecuador y Bolivia
se encuentran muy por encima: con un 9,26; 4,79 y 4,04 por ciento respectivamente.
En ese sentido, el investigador ha considerado que, tras la crisis sanitaria por la pandemia, en un momento en que la llegada de la vacuna ha
aligerado la carga de los sistemas de salud, se abre una oportunidad para revisar el estado de la asistencia sanitaria y su financiación.
Además, Barrachina ha instado a r
eflexionar sobre el futuro y cómo hacer sostenibles los sistemas para continuar y mejorar la cobertura sanitaria y poder garantizar el derecho a la salud de las personas.