Edición Médica

José Julián López, químico farmacéutico.

Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
Un estudio realizado sobre el consumo de antibióticos en Colombia durante el periodo 2017-2020, ha evidenciado que, en 2020, el aumento en las ventas de antibióticos de uso intrahospitalario, como fosfomicina, ampicilina+sulbactam, piperacilina+tazobactam y algunas cefalosporinas de tercera generación- además de otros como la azitromicina, podrían atribuirse a la pandemia por COVID-19.
 
Asimismo, la investigación ha determinado que, pese a que las ventas generales de los antibióticos bajaron en una tendencia similar a la de la mayoría de los países, la demanda de los intrahospitalarios tuvo un incremento significativo.
 
Cabe mencionar que, desde el punto de vista clínico, el aumento del consumo de antibióticos intrahospitalarios obedeció a un uso inadecuado de estos durante la pandemia de COVID-19, donde se incrementó el consumo de azitromicina.
   
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, José Julián López, químico farmacéutico y perteneciente al Grupo de investigación: Red para el uso Adecuado del medicamento ha manifestado que para la investigación, se eligió el tema de antibióticos, “porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde hace unos ocho años ha estado haciendo llamados urgentes sobre las consecuencias de resistencias microbianas sobre la vida de las personas, es que están muriendo muchas personas por bacterias inmuno resistentes a diversos antibióticos”.
 
“Tomamos las ventas de 2017, 2018, 2019 y 2020 y a partir de unos análisis estadísticos, lo que nosotros quisimos evaluar es si hubo un cambio en el patrón de ventas de antibióticos para eso usamos una medida internacional”, ha agregado el experto.
 
López ha explicado que, “pudo haber sucedido especialmente en los pacientes hospitalizados por COVID-19, ya que varios estudios demostraron que, a pesar de bajas tasas de infecciones bacterianas (3-10 por ciento) en estos pacientes, cerca del 80 por ciento de ellos recibieron antibióticos”.
 
El aumento del consumo de azitromicina se esperaba por la motivación de tomarla a raíz de los cambios en la indicación del uso, pues en las primeras etapas de la pandemia se sugirió que era eficaz en el tratamiento de personas con COVID-19.
 
“Durante los años que se analizaron, se vendieron cerca de 878 millones de antibióticos (datos de Distribución de Drogas), y en las ventas anuales de estos expresadas en DHD (dosis por 1.000 habitantes /día de un medicamento) se observa una disminución del 38 por ciento en las ventas durante 2020 en relación con el promedio de los tres años anteriores, que fue de 242,5 DDD/año”, ha dicho el investigador.
 
“Carios autores han explicado que la disminución del consumo total de antibióticos se debió a los mayores cuidados en la higiene personal y respiratoria, ambientes más limpios, comportamiento alterado en la búsqueda de salud, uso de elementos de protección personal y disminución de los viajes y reuniones sociales, a lo que contribuyó en gran medida el confinamiento (cuarentena), que en Colombia fue uno de las más prolongados”, ha asegurado López.
 
Es de destacar que, el promedio de comercialización identifica a las penicilinas (J01C) como las más vendidas, con 3,8 DHD, (esto significa que 3.8 dosis de penicilinas fueron consumidas diariamente por 1.000 colombianos durante un año), que corresponden al 31,4 por ciento del promedio total de ventas. En los 5 primeros lugares están: amoxicilina, clindamicina, cefalexina, meropenem y doxiciclina.
 
El dato
 
Las formas farmacéuticas liofilizadas han sido las más vendidas (39 por ciento), seguidas de las cápsulas (21,9 por ciento) y las tabletas (20,6 por ciento). Los menos vendidos fueron los inhaladores (0,05 por ciento) y jarabes (0,03 por ciento).

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