Edición Médica

Cierre de salas de parto pone en riesgo la salud materna y neonatal en Colombia.

Redacción. Bogotá
La Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog) ha manifestado su preocupación ante el cierre continuo de salas de parto en distintas regiones del país, una situación que pone en riesgo la salud y el bienestar de mujeres gestantes y recién nacidos. En un comunicado, el gremio ha advertido que, este panorama afecta de manera crítica la atención obstétrica y amenaza con desbordar los servicios de salud en varias ciudades.
 
Entre las instituciones que han suspendido servicios se encuentran:  

El cierre más reciente, en el Hospital San Ignacio de Bogotá, programado para el 17 de diciembre de 2024, representa una pérdida significativa para la ciudad, según ha resaltado Marcela Celis, vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (ASBOG). Este cierre podría desencadenar un efecto dominó, sobrecargando aún más la red hospitalaria.
 
Desde los gremios de Obstetricia y Ginecología se ha hecho énfasis en que, el acceso oportuno a salas de parto es esencial para prevenir complicaciones obstétricas y garantizar la seguridad de las madres y los recién nacidos. No obstante, la falta de infraestructura y de personal especializado podría llevar a un incremento en la mortalidad materna y neonatal, así como a un aumento en las tasas de cesáreas innecesarias y emergencias evitables.
 
Llamado a la acción: fortalecer la atención materna
 
En ese sentido, la Fecolsog ha hecho un llamado al Gobierno Nacional, las autoridades locales y los actores del sistema de salud para evitar el cierre de salas de parto mediante estrategias que fortalezcan la infraestructura hospitalaria. De igual forma solicitan mayor inversión en recursos humanos especializados y equipos médicos para garantizar atención de calidad.
 
De igual forma, solicitan promover la equidad en la atención materna, asegurando acceso oportuno en todas las regiones del país y, por último, establecer un diálogo intersectorial para buscar soluciones sostenibles que protejan el derecho a la salud de mujeres y niños.

 
Violencia obstétrica y parto digno: un desafío adicional
 
A pesar de la aprobación de la Ley de Parto Digno, Respetado y Humanizado en 2022, estudios como el realizado por el Movimiento Nacional por la Salud Sexual y Reproductiva (MNSSR) muestran que la violencia obstétrica sigue siendo un problema prevalente. Según la investigación, el 42,2 por ciento de las mujeres reportaron negligencia, mientras que el 35,7 por ciento experimentó represión emocional durante el parto. Además, de los 2.943 partos, el 47,8 por ciento presentó complicaciones físicas y el 34,1 por ciento implicaciones con su Salud mental.
 
Asimismo, la falta de acceso a anestesia y manejo no farmacológico del dolor reflejan una deuda pendiente en la garantía de un parto digno y humanizado en Colombia. Para Fecolsog, la sala de partos no solo debe ser un espacio médico, sino también un entorno que respeta y acompaña a las madres en un momento vital.
 
Adicional a ello, los gremios han alertado que los cierres de salas de parto representan una amenaza para la salud pública, por lo que instan a la participación conjunta de soluciones que garanticen acceso equitativo y digno a los servicios obstétricos en Colombia.
 

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