Edición Médica

Juan Raúl García, neurólogo.

Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica y neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta al cerebro y a la médula espinal y que fue descrita hace dos décadas por el conocido ‘padre de la neurología’, el francés Jean-Martin Charcot.
 
Con esta afección, el sistema inmunitario ataca la mielina, una sustancia que envuelve y protege las conexiones de las neuronas, generando problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Qué causa inicialmente esta desregulación es, por supuesto motivo de estudio, aunque se sabe con claridad que es un padecimiento que obedece a factores como genética (no claramente hereditaria), factores geográficos, estilo de vida y género, entre otros.
 
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud), en Colombia esta enfermedad neurológica afecta a cerca de 3.462 personas y es considerada como una de las enfermedades huérfanas más frecuentes en el país junto con la hemofilia, el síndrome de Guillain Barré y la miastenia grave.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Juan Raúl García, neurólogo, ha explicado que “en Colombia el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación no son perfectos, pero están adelantados, a eso se suma que los pacientes están cubiertos 100 por ciento, ya que los pacientes tienen miedo y piensan en cambiarse de EPS, pero están cubiertos”.
 
“Mi recomendación es que, si los pacientes tienen síntomas visuales como pérdida de la visión, pérdida súbita de alguna función motora de miembros superiores o inferiores, o que se le duerma un brazo o un hormigueo en cualquier parte del cuerpo, dificultades para orinar, de presentar alguno de esos síntomas más recomendable es acudir a un neurólogo o cohortes de pacientes”, ha agregado García.
 
“El tratamiento ha venido teniendo un progreso y resultados marcados por la evidencia científica y aunque no es un padecimiento curable hay mucho entusiasmo al respecto de ser una enfermedad perfectamente controlable si se diagnostica adecuadamente y se trata a tiempo”, ha asegurado García.
 
Cabe mencionar que, en el mundo hay muchos equipos de trabajo que agrupan a los pacientes en las llamadas “cohortes de pacientes” en donde se hace diagnóstico temprano, tratamiento, rehabilitación y educación a los pacientes con resultados muy prometedores en la detención de la progresión de la discapacidad y del deterioro cognitivo que este padecimiento produce, con la consecuente conservación de la calidad de vida laboral personal y familiar.
 
Según ha indicado la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta un 60 por ciento de las personas que tienen esclerosis múltiple pierde la capacidad para caminar 20 años después de la aparición de la enfermedad y la tasa de desempleo entre las personas con esta enfermedad puede alcanzar hasta el 70 por ciento debido a las diferentes complicaciones que pueden tener los pacientes para desarrollar sus tareas diarias.
 
Adicional a ello, la Asociación Colombiana de Neurología (ACN) ha señalado que, en el país hay una prevalencia de 7 casos por cada 100.000 habitantes, lo que significa que aproximadamente 3.000 colombianos la padecen. Esta cifra es bastante baja comparada con países como Escocia (150 casos), Canadá (55 y 248 casos), Islandia (92 casos) y Uruguay (30 casos) todos por cada 100.000 habitantes.
 
“Entre más rápido se haga el diagnóstico mejor. El diagnóstico lo hace un neurólogo 
con una serie de estudios que son resonancia nuclear magnética, estudios de resonancia de cerebro y de la médula cervical torácica, también hay exámenes de líquido cefalorraquídeo, estos son confirmatorios”, ha afirmado el experto.
 
“Puede aparecer en gente joven en edad productiva, desde la niñez hasta la adultez, pero el pico de aparición es entre los 20 y 50 años, además es más frecuente en mujeres que en hombres, con una proporción de 3 a 1, pero con respecto al género se debe destacar que, aunque es más prevalente en las mujeres a los hombres les da más fuerte y especialmente a las personas que tienen una herencia, aunque no es hereditaria, suele presentar en personas que son anglosajonas”, ha explicado García.
 
Finalmente, el experto ha manifestado que, “los tratamientos varían, pueden ser inyectables, orales o intravenosos, dependiendo de la eficacia y seguridad de la terapia, así como de cada caso en particular. En Colombia están disponibles todos y los paga la seguridad social”.

---