Edición Médica

Ana María Perdomo, directora del Banco de Sangre de Cordón Umbilical del Idcbis.

Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
En el mundo, cada año se realizan más de 40.000 trasplantes de células formadoras de la sangre (de médula ósea o de sangre de cordón umbilical), tanto en niños como en adultos. La sangre de cordón umbilical ayuda a mejorar la vida de pacientes con enfermedades graves de la sangre debido a que esta es rica en células formadoras de la sangre, también conocidas como células madre.
 
La sangre de cordón umbilical se encuentra en los vasos sanguíneos y normalmente se desecha después del parto, pero, en el Grupo de Investigación del Banco de Sangre de Cordón Umbilical (BSCU) del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS) esta es aprovechada para ayudar a pacientes que lo necesitan.
 
En Colombia, de acuerdo a las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la leucemia ha sido la principal causa de muerte en niños de 5 a 14 años y la segunda causa de muerte en niños de 2 a 4 años. Uno de los pocos tratamientos disponibles para el manejo de la enfermedad es el trasplante de sangre de cordón umbilical.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Ana María Perdomo, directora del Banco de Sangre de Cordón Umbilical del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS), ha explicado que “la idea de tener un inventario de unidades de sangre de cordón umbilical nació en los años 90, con el propósito de tener unidades compatibles para pacientes que tienen enfermedades que afectan la medula ósea, por eso se decidió hacer banco públicos en diferentes partes del mundo para poder seleccionar las unidades que tienen compatibilidad con aquellos pacientes con ese tipo de patologías. Las investigaciones han mostrado que pueden durar más de 20 años. Hoy, las unidades que se recolectaron en los 90, todavía sirven”.
 
Perdomo ha destacado que “los desarrollos de este tipo de almacenamiento han mejorado con las nuevas investigaciones, tecnología y cada vez se pueden usar por más tiempo. Es posible recolectar un montón de unidades en este momento y se pueden usar en treinta años, obviamente hay tener unos estudios para poder habilitar la estabilidad de las unidades, para poder confirmar que las células todavía están vivas, eso se hace normalmente antes de cada trasplante”.
 
El Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical del IDCBIS, es el único de su tipo en el país, es financiado con recursos del Sistema General de Regalías y el Fondo Financiero Distrital de Salud y, al día de hoy, ha distribuido 53 unidades requeridas por pacientes pediátricos con enfermedades como las que afectan la sangre, el sistema inmune, el metabolismo y la médula ósea.  
 
Es de destacar que, para reservar y distribuir cada una de estas unidades, hay un complejo proceso previo en el que se escoge del registro de donaciones de las madres participantes, las unidades de sangre de cordón que son compatibles genéticamente y cumplen con la dosis requerida por el paciente. El proceso de solicitud de búsqueda y reserva de unidades para trasplante lo ordenan los médicos onco-hematólogos tratantes.
 
“En 2012 se aprobó un proyecto para generar un inventario de células, estuvimos en los principales hospitales de la ciudad o en los servicios de obstetricia, con los hospitales de la subred de Bogotá y algunos hospitales privados, entre ellos, el Hospital de Kennedy, el Hospital Meissen y el Hospital de Suba, Clínica Cafam y más. El éxito del programa y eficiencia, se da con el número de partos que se dan al mes, mínimo 400”, ha contado Perdomo.
 
Cabe resaltar que, los trasplantes realizados con las unidades recolectadas por el programa de captación de mujeres gestantes del IDCBIS, han sido posibles gracias a que madres colombianas donaron voluntariamente la sangre del cordón umbilical de sus bebés, permitiendo una esperanza de vida para niños y niñas.
 
Estas unidades se recolectaron gracias al apoyo de las diferentes subredes integradas al sistema de salud del distrito de Bogotá, en especial en 3 centros de salud: el Hospital Occidente de Kennedy, el Hospital Meissen y el Hospital de Suba. Con el BSCU se han recolectado más de 9.000 unidades, aunque no todas son funcionales para el trasplante y aproximadamente ocho de cada diez unidades no tienen la cantidad de células necesarias para ser utilizadas en el trasplante.

“En todos los tipos de trasplantes hay complicaciones, por eso nosotros estamos trabajando en un proyecto para mejorar las condiciones de trasplantes en los niños, no solamente hacemos el baqueo, sino que hacemos investigaciones para poder prevenir cómo le va a ir a los pacientes comparando el tipo de donante que le toco con el tipo de desenlace que tuvo y moleculares, que ayudan a determinar si le va a ir bien o mal. Además, de hacer la distribución de las unidades, estamos ejecutando un gran proyecto de investigación en donde hacemos una interacción hematólogos para poder indagar en estos pacientes las condiciones óptimas del trasplante y de las unidades que están recibiendo”, ha señalado Perdomo.
 
El dato
 
Actualmente el proyecto se encuentra a punto de reiniciar la captación de gestantes para ampliar sus investigaciones en la mejora de los procesos de trasplante. En esta nueva etapa, se congelará el tejido del cordón para el aislamiento de otras células que forman los tejidos de sostén del cuerpo, pues la infusión de estas células podría prevenir complicaciones del trasplante.

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