Edición Médica

Desde hoy no sólo en Colombia habrá prohibición para quienes no se han vacunado contra el COVID-19. Mientras en el país se exigirá el carné en los lugares de afluencia de público como: cines, discotecas, restaurantes, parques temáticos y conciertos, en Australia quienes no tengan la vacuna no podrán salir a los tratamientos médicos ni a supermercados ni a practicar deporte.

A pesar de que las estadísticas de contagio y de muerte han disminuido, en Colombia 127 mil 800 personas han perdido la vida a causa del virus y en el mundo la cifra está en 5 millones 100 mil habitantes. Además está la alerta por la llegada de la cuarta ola provocada por la variante Delta, esa misma que hoy tiene a países como Francia y Reino Unido, entre otros, expidiendo órdenes del uso obligatorio del tapabocas y en algunos la tercera dosis para personas mayores de 40 años.

El Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud) al emitir el decreto 1408 del 3 de noviembre del 2021, impartió instrucciones que a partir de hoy quienes no tengan el certificado o carné de vacunación no podrán asistir a actividades y eventos presenciales como: bares, gastrobares, cines, discotecas, lugares de baile, conciertos, casinos, bingos y actividades de ocio, así como escenarios deportivos, parques de diversiones y temáticos, museos, y ferias.

Sobre el tema y en entrevista con EDICIÓN MÉDICA algunos especialistas de la salud emitieron su concepto sobre dicho requisito y todos concuerdan que es una medida positiva, porque deben prevalecer los derechos colectivos sobre los individuales y esta es una forma de cuidar al otro, en especial al personal de la salud que día a día está en constante riesgo de adquirir el virus.

Es así como Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana ha señalado que, “solicitar el carné de vacunación contra la COVID-19 nos parece una medida positiva, puesto que es una forma directa de hacerle un llamado a las personas que aún no se vacunan, para que lo hagan. Al no cumplirse la meta de tener al finalizar este año los 35 millones de personas vacunadas contra el virus, el Ministerio de Salud y Protección Social optó por ejercer una presión de esta manera y eso está bien. Lo importante es que nos sigamos cuidando, porque la pandemia aún no se ha acabado”. 

Corcho ha reclacado que, “en Europa se tienen porcentajes de vacunación hasta del 80 por ciento de la población, es decir más altos que los registrados por Colombia y están afrontando la cuarta ola generada por la variante Delta. Muestra de ello es que hay países que están prohibiendo la asistencia al médico, supermercados y hacer deporte a los ciudadanos que no están vacunados. En ese sentido la exigencia a partir de hoy del carné de vacunación nos parece positivo para que las personas entiendan que el virus sigue ahí y que no deja de provocarle la muerte a cientos de personas”.

Al respecto, Lina María Triana, presidenta de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), también ha expresado que, “entendemos que no es fácil aceptar que se exija el carné de vacunación contra el COVID-19, además, que siempre estamos pidiendo que se nos respete nuestras decisiones como individuos, pero en esta ocasión prima lo colectivo que lo individual y aquí nos estamos cuidando todos”.

La especialista en cirugía plástica y reconstructiva ha reiterado que, “es claro que en las ciudades donde se tengan más personas vacunadas habrá menos probabilidad de contagio y menos riesgo de muerte y más cuando estamos a la expectativa del cuarto pico generado por la variante Delta. Por todo esto avalamos la exigencia del carné en esos lugares donde más afluencia de público se presenta”.

Otro de los especialistas que aceptan la obligatoriedad del carné es el epidemiólogo Carlos Álvarez, quien es el coordinador nacional de estudios sobre la COVID-19 en Colombia y ha dicho: “La mejor manera de hacerle el llamado a la gente para que se vacune es que lo haga por conciencia y de la importancia que no sólo se protegen ellos, sino también la familia y las personas que los rodean”.

Álvarez ha reiterado que, “quienes rechazan la vacuna deben tener en cuenta que los derechos colectivos priman sobre los individuales y por ello es positivo la exigencia del carné, principal a la población joven. La cifra más baja en vacunación la presentan los menores de 30 años. Desde que se inició el Plan Nacional de Vacunación se ha demostrado que a través de la vacuna se pueden salvar vidas y se disminuye el riesgo de trasmisión y por eso necesario que se llegue a la meta de vacunar el rebaño de los 35 millones de personas”.

Finalmente, Álvarez ha manifestado que, “la exigencia del carné  en los lugares de afluencia de público y en escenarios donde hay más presencia de personas es válido, con la apertura de escenarios con presencia de público lo que se busca es que estas aglomeraciones no se conviertan en focos epidémicos. Es una medida complementaria”.