Estudio de caso en la UNAL alerta sobre daño hepático causado por uso de Ligandrol en jóvenes
Este caso subraya la importancia de una regulación estricta y la concienciación sobre los riesgos de la automedicación
Las automedicaciones pueden dejar graves complicaciones en la salud.
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Redacción. Bogotá
Un reciente caso clínico ha resaltado los riesgos asociados al consumo de suplementos no aprobados, como el
Ligandrol, un modulador selectivo de los receptores de andrógenos (SARM) utilizado para aumentar la masa muscular y la fuerza.
Al respecto,
Juan Pablo León Linares, estudiante de último semestre de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien ha participado en el seguimiento del caso compartió detalles sobre la evolución del paciente y las
conclusiones clínicas.
El paciente, sin antecedentes médicos relevantes, había iniciado
cambios en su estilo de vida a mediados de febrero, incluyendo actividades de gimnasio y una dieta alta en proteínas. Adicionalmente, comenzó a consumir varios suplementos, entre ellos creatina, tiamina, omega 3, un suplemento multivitamínico y Ligandrol.
Los primeros síntomas aparecieron el 25 de abril, cuando el paciente notó un color amarillo en sus ojos y piel, indicativo de ictericia, causado por la acumulación de bilirrubina en la sangre. Inicialmente diagnosticado con hepatitis en el Hospital María Auxiliadora de Mosquera, ante la
falta de un diagnóstico definitivo y tratamiento adecuado, el paciente buscó atención en el Hospital de La Samaritana.
León ha relatado que "el paciente fue atendido por el área de medicina interna y los exámenes paraclínicos revelaron hiperbilirrubinemia, un aumento en las transaminasas y una hipercalemia." Descartadas las causas virales, los médicos sospecharon daño hepático inducido por medicamentos, específicamente Ligandrol, lo cual se confirmó el 31 de mayo mediante una
biopsia hepática.
“El Ligandrol, aunque promocionado para aumentar la masa muscular y ósea, no está aprobado por las autoridades sanitarias y representa un riesgo significativo para la salud”, ha explicado León. Esta advertencia se alinea con la reciente
alerta sanitaria emitida por la Dirección de Medicamentos y Productos Biológicos del Invima, que enfatiza la ilegalidad de la comercialización de Ligandrol y Testolone.
El documento de alerta n.o 100-2024 del Invima ha precisado que, “estos productos
no cuentan con registro sanitario emitido por el Invima. Su comercialización en el territorio nacional es ilegal y representan un riesgo para la salud de los consumidores”.
Durante el programa ‘Desde la Botica’ de Radio UNAL, León ha indicado que “aplicando los criterios de causalidad de Bradford Hill, determinamos que el Ligandrol puede generar
daño hepático (DILI) de patrón colestásico o mixto”. La investigación ha incluido un análisis exhaustivo de farmacovigilancia, encontrando varios reportes de casos y alertas sanitarias que respaldan esta conclusión.
Este caso ha subrayado la importancia de una regulación estricta y la concienciación sobre los riesgos de la automedicación y el consumo indiscriminado de suplementos. Los profesionales de la salud deben advertir a sus pacientes sobre los peligros de utilizar productos no aprobados y
fomentar una práctica segura y basada en evidencia en el uso de suplementos y medicamentos.