Edición Médica

Carolina Arenas, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque.

Karen Juliete Rojas. Bogotá
Cada 15 de junio se celebra el Día Mundial del Cáncer de Riñón, establecido por la Coalición Internacional contra el Cáncer de Riñón (International Kidney Cancer Coalition) en el año 2017. El objetivo es sensibilizar y concienciar a la población en general, cuidadores, organizaciones y profesionales de la salud acerca de esta patología que afecta a millones de personas en el mundo.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha indicado que el cáncer de riñón es la segunda causa de muerte en América. De acuerdo con las proyecciones efectuadas por esta organización, para el año 2030 se incrementará en un 32 por ciento el diagnóstico de personas con este tipo de cáncer, debido al envejecimiento de la población y la modificación de hábitos que incrementan el riesgo de padecerlo.

Con respecto a la incidencia del cáncer de riñón en Colombia, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Carolina Arenas, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad El bosque y candidata a doctorado en oncología, ha dicho que “los principales síntomas del cáncer de riñón hacen parte de una triada clásica que incluye: dolor de espalda o en el flanco, hematuria macroscópica (sangre en la orina) y masa palpable”.

“Sin embargo, la gran mayoría de pacientes son asintomáticos durante las primeras etapas de la enfermedad y aproximadamente un 50 por ciento de los pacientes se les diagnóstica este cáncer por un hallazgo incidental en una imagen abdominal (resonancia, tac) solicitada por otro motivo”, ha añadido.

En cuanto a la incidencia de la enfermedad Arenas ha manifestado que las estadísticas sobre este tipo de cáncer son escasas y algunos pacientes no son diagnosticados. “No obstante, se estima que en nuestro país anualmente pueden presentarse entre 6000 a 9500 casos nuevos de esta patología”, ha comentado.

Igualmente, con respecto a los diagnósticos oportunos la docente ha explicado que “es difícil saberlo precisamente por la falta de estadísticas sobre este cáncer en Colombia y eso aunado al posible subdiagnostico que existente y hacen complejo discernir un panorama epidemiológico claro con relación a este cáncer”.

Arenas ha señalado que los tratamientos dependen del estadio del tumor y de las particularidades del tipo de tumor renal y del paciente, se instaura el manejo, mientras que, en términos generales, se prefiere un abordaje quirúrgico con nefrectomía parcial o radical en los estadios 1-3, lo cual puede ser curativo en la mayoría de los pacientes.

“En estadios más avanzados (el estadio 4) se opta por adicionar, además inmunoterapia en un intento por controlar la metástasis asociada en este punto de la enfermedad ha adicionado.

Por último, la docente Arenas ha concluido que “como hemos comentado, el diagnóstico no es sencillo dado que la gran mayoría de individuos no presenta síntomas al inicio de la enfermedad y la triada que referimos anteriormente, solo se evidencia en un 10 por ciento de los pacientes. Pero una vez se tiene una imagen diagnostica positiva, el proceso de confirmación histológica y la instauración del tratamiento es relativamente rápida”.

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